EDIFICIO

 

COMEGA

 

 

Arcón de Buenos Aires

 

 

 

 

Edificio Comega (compañía Mercantil ganadera)

 

INAUGURADO EN 1933

 

Se encuentra en la Avenida Corrientes N° 222 en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Pertenece a la "Segunda Generación de Rascacielos de Buenos Aires". En su tiempo rivalizó con otro gigante, el Edificio SAFICO, también de estilo racionalista, y que se construyó 200 metros al oeste, también sobre la avenida Corrientes. En 1936, el Edificio Kavanagh superaría largamente a ambos en altura. Desde su inauguración, uno de los grandes atractivos del Comega fue su ubicación estratégica. La esquina de la Avenida Corrientes y Avenida Leandro N. Alem, cerca de la Bolsa de Comercio, la Casa de Gobierno y otras dependencias públicas, y también de la sede de importantes empresas exportadoras.

 

 

Desde sus 85 mts de altura pueden observarse, entre otras cosas, el barrio de Puerto Madero, la Reserva Ecológica, el Río de la Plata. Mucho más alejados, pueden verse también, la silueta de la ciudad de Colonia (Uruguay), y algunos edificios de la ciudad de Quilmes. El Sr Alfredo Hirch fue el propietario del edificio. En su interior predominaba el lujo y el buen gusto. 

 

 

Fue emplazado en el terreno de 25 x 26 mts que antes había ocupado el Hotel Nacional (ex residencia de Francisco Madero), por encargo de la Compañía Mercantil y Ganadera S.A. (COMEGA). Su construcción, de estilo racionalista, se realizó entre los años 1931 y 1934, sobre un proyecto de los arquitectos Enrique Douillet y Alfredo Joselevich.

 

 

 

Al inaugurarse en 1932 se había previsto un 19º piso para uso colectivo y de reunión. Pero el lugar fue al poco tiempo concesionado para que se instalara la conocida confitería-restaurante "Comega Club", que funcionó hasta 1969. Ese lugar fue preparado especialmente para grandes acontecimientos que pudieron observarse desde su altura, como la llegada en 1934 del dirigible Graf Zeppelin, el sepelio de Carlos Gardel en febrero de 1936, y el ensanche final que convirtió en avenida a la calle Corrientes, en 1937. En el 2000 se instaló en el mismo sitio un nuevo Restaurante, y a partir de 2004 el Restaurante-Café "A222".

 

 

 

 

 

 

 El edificio se construyó con tres sótanos, 21 pisos y un mirador. En los sótanos se incluyeron aparcamientos, uno de los primeros edificios argentinos en incorporarlo. Sobre el primer piso, se levantaron dos cuerpos rectos de 14 pisos, cada uno y un tercero, alejado de la línea municipal, que fue prolongado hasta el piso 21°. El edificio alcanzó entonces una altura total de 85 m. sin contar la antena.

 

 

Una vista de Alem desde Plaza Roma (ex-Mazzini) en los años '30, y miren, no estaba el edificio con cúpula en Alem y Lavalle!. La construcción de mas altura es el edificio Comega.
 

 

El edificio Comega, le sigue la bolsa de comercio.

 

haga click en la imagen para ampliar (fotos panorámicas)

 

 

Av. Corrientes año 1936- vista desde el edificio Comega- (Cóppola) -

 Av. Corrientes hacia el Oeste y el cruce con Reconquista.


 

-vista de ambos edificios.

 

 

CORRIENTES Y LEANDRO ALEM. Alrededor del año 1964.

 

 

Una gran singularidad fueron sus cinco ascensores, pues fue el primero de Buenos Aires en tener los más rápidos, capaces de subir 180 metros por minuto. Las paredes, parte del techo y las puertas de los ascensores fueron revestidos en chapas de acero inoxidable traídas de Suecia. Los ascensores son marca Otis.

 

 

 

 

 

 

 

Los pisos 1° a 18° fueron destinados a oficinas, en tanto que en el piso 19° se instaló el “Comega Club” una suerte de “living room” compuesto de sala de estar y bar con grandes ventanales que permitían una gran amplitud visual. Por último, los pisos 20° y 21° fueron destinados a la sala máquinas de los ascensores y a la vivienda del mayordomo. También poseía una peluquería en uno de sus pisos, que atendía a los ocupantes de las oficinas.

 

Las puertas vidriadas y de bronce del hall del edificio fueron realizadas en la Casa Markus de Berlín. Para los muebles se utilizó mármol negro y bronce cromado. En los pisos de las oficinas fue empleado el linoleum verde oscuro, en tanto que las paredes fueron enduídas y pintadas al aceite en tonos claros. De la misma manera, las dependencias y los baños se revistieron en mayólica verde clara.

 

 

Declarado patrimonio arquitectónico de la ciudad, fue recientemente reciclado y cuenta con la mayoría de los servicios de última generación.

Su exterior es de aristas rectas y está desprovisto de ornamentos. Está conformado por dos volúmenes laterales y una torre central varios pisos más alta, de 21 pisos y 85 metros de altura. Juntos definen un patio central abierto, sobre la Avenida Leandro N. Alem. Posee además dos subsuelos de cochera.

Sus interiores presentan revestimiento de granito y mostradores de acero inoxidable, algo sumamente novedoso y costoso para su época.

 

 

 

 

 La confitería del Comega fue escenario de un desayuno que se preparó para ver pasar al Graf Zeppelin con que los nazis llevaban su propaganda por el mundo en 1934 hasta de la procesión que dos años después bajó por Corrientes para despedir los restos de Carlos Gardel.

 

 Otra de sus singularidades fueron los ascensores ya que tenían la velocidad más rápida en ascensores de la ciudad, con una velocidad de 180 metros por minuto. En los tiempos de su apogeo, tuvo rivalidades con el edificio Kavanagh, el cual esta ubicado frente a la Plaza San Martín. En los primeros años de la edificación fueron construidos como partes del edificio una confitería y un restaurante en la última planta. Esta situado en las inmediaciones de la Bolsa de Comercio, La Casa de Gobierno y de algunas sedes de reconocidas empresas exportadoras.

 

En octubre de 19280 se origina un incendio en su torre pero no hubo victimas. Dado a ese peligro en algunos pisos hay dos escaleras.

 

En esta esquina con motivo de efectuarse excavaciones para la construcción del subterráneo de la linea B, en el año 1928 aparecieron los restos fosilizados de un mastodonte.

 

 Alfredo Hirsch de Bunge y Born vino a la Argentina, trabajó con Adolfo Tewes, porque era especialista en café, era un gran cafetero. Luego ingresó en Bunge. Debo subrayar que estas compañías cerealeras eran compañías muy estructuradas y diseñadas en un gran secreto. Seguramente desde que fue fundada la Bunge europea en el siglo 18, ya que Bunge & Born fue un branch de la Bunge europea. Pero la compañía madre, que estaba en Amberes, era una compañía europea, en la que, desde el principio, fueron muy sigilosos. Eran todas proveedoras de comida: alimentos para las coronas, para los países pobres, para los países ricos. El secreto era un tema estratégico. Todos se acostumbraron a una forma de ser muy cerrada.

 


 
           

 

Todas las imágenes e información aquí publicados han sido obtenidas de Internet, todas pertenecen a sus creadores. Si en algún momento algún autor, marca, etc. no desean que estén aquí expuestas, solicitamos que nos contacten para poder tomar las medidas oportunas. Si alguno de sus autores desea que su material sea retirado agradecemos que lo comunique ya que no pretendemos aprovecharnos de sus trabajos, solo darlos a conocer en forma de cultura y sin fines de lucro. Gracias