LIBRERÍA EL

ATENEO

 

Arcón de Buenos Aires

 

 

 

Librería del Ateneo

 

 Max Glucksman, uno de esos inmigrantes, construyó en 1919 un gran cine-teatro sobre los cimientos del viejo Teatro Nacional Norte. Lo llamó Gran Splendid. En su origen, comenzó a funcionar como sala teatral, el Splendid Theatre, con palcos alfombrados, butacas tapizadas en una crin de seda verde, y una cúpula decorada por el artista italiano Nazareno Orlandi. Introdujo la novedad de los abonos, al estilo de las salas norteamericanas, con los que se podía acceder a eventos como los "Viernes de Moda" y los "Domingos Selectos", verdaderas veladas sociales y artísticas. En 1926 su sala comenzó a funcionar como cine, y el 12 de junio de 1929 se estrenó la primera película sonora en Buenos Aires: "La divina dama".

 

 

En 1923, en un estudio instalado en uno de sus pisos altos, inició sus transmisiones Radio Splendid. También funcionó en el edificio, entre 1921 y 1930, la Compañía Max Gluksmann -empresario austríaco propietario del cine- que grabó canciones de destacadas figuras como Carlos Gardel e Ignacio Corsini.



Dirección: Av. Santa Fe 1854, Recoleta

Denominación original: Cine Teatro Grand Splendid

Propietario actual: Propiedad privada

Propietario original: Empresa Max Glucksmann

Proyectista: Arquitectos Peró y Torres Armengol.

Constructor: Arquitectos Pizoney y Falcope

Año de inauguración: 1919

Corriente estilística: Academicismo

Uso actual: Cultura

Uso original: Cultura

 

 

Llegado a la Argentina en 1890, el inmigrante austríaco Max Glucksman (1875-1946), hizo construir el edificio ubicándolo en el barrio que en esa época llamaban “El Saint Germain porteño”. Inaugurado en mayo de 1919, el teatro fue diseñado por los arquitectos Peró y Torres Armengol, contaba con 4 hileras de palcos, 500 butacas, refrigeración, calefacción y techo corredizo.

 

 

haga click en la imagen para ampliar fotos de exterior e interior

 

 

 Fue construido por Max Glucksman. Por el teatro desfilaron grandes personalidades del tango Carlos Gardel, Ignacio Corsini y Roberto Firpo (quien le dedicó el tango Gran Splendid, en 1927).

 

 

 

 Desde febrero del 2000, y luego de una inversión de 3 millones de pesos, funciona en dicha estructura la librería El Ateneo.

 

Sobre el antiguo escenario funciona un café. Esto es parte de lo que se puede ver por encima del telón.

 

Es de destacar en la arquitectura del edificio su espectacular cúpula, una verdadera obra de arte realizada por el célebre pintor italiano Nazareno Orlandi que reproduce temas relacionados con el final de la Primera Guerra Mundial en un estilo que oscila entre el manierismo y el romanticismo.

 

De tono arquitectónico ecléctico, el frente cuenta con una marquesina de estilo griego con cariátides que sostienen las balconadas hechas en granito gris del basamento, con piedra clara en las partes altas. Todo obra del escultor Troiani, quien también modeló los dos torsos de mujer sobre el cielorraso, a los costados del escenario.

 

 

La librería El Ateneo es una marca tradicional, actualmente se halla asociada a la firma Yenny, y posee más de 34 locales repartidos en la Argentina, principalmente en Buenos Aires. El local del ex teatro Grand Splendid es el de mayor cantidad y diversidad de oferta de la cadena: 120.000 títulos en stock. Según cifras de 2008 pasaron unas 3.000 visitas por día -medido con un contador electrónico en la puerta de entrada- y se vendieron más de 700.000. Es un punto turístico en los recorridos de la zona sobre todo para los extranjeros.

 

 

Fue elegida por el periódico Británico The Guardian como la segunda librería más hermosa del mundo.

 

Estos son los palcos superiores al lado del escenario.

 

 

 

La obra de arte de Nazareno Orlandi es una representación alegórica de la Paz, pintada en 1919 con una celebración para el final de la Primera Guerra Mundial. La Paz está representada por una figura femenina sensual junto a una escalera cercada por flores. Además tiene guirnaldas de flores y nubes que han dejado detrás la cruel guerra y palomas, ángeles y ninfas rodean la figura de La Paz.

 

 

 

El Ateneo en cifras:


1919 fue el año en que se construyó.
500 personas podía albergar cuando funcionaba como teatro.
2000 fue el año en el que comienza a funcionar como librería.
10 años duró el primer contrato.
3 millones costó la remodelación para comenzar a funcionar como librería.
3000 personas pasan por día por allí según contador electrónico.
120000 títulos de stock físico alberga en su interior.
700000 unidades vende al año.

 

 

 

 



Referencias Históricas y Testimoniales:


 

  Se inauguró el 14 de mayo de 1919 en la zona conocida por entonces como "El Saint Germain porteño". En su época el Splendid, fue el cinematógrafo más lujoso de Buenos Aires, que entusiasmaba a las familias del Barrio Norte, proyectaba las “cintas” más notables y más de acuerdo con el público que constituía su clientela, y después por su admirable ubicación en el centro mismo de los palacetes, a dos pasos de las más distinguidas residencias. Si a esto agregamos que estaba construido para teatro, con todas las comodidades y todas las exigencias de las ordenanzas municipales. Los palcos –alfombrados con gruesa alfombra verde como el resto del local- tenían el frente extremadamente curvo, lo que permitía sentarse muy adelante sin que las rodillas tropezaran en ninguna parte. Además de estar dotado, como decía una nota de la época, “de sillas muy cómodas”.

 

  Era también frecuente que la sala del “Grand Splendid” se utilizara para conferencias de distinto tipo, como la realizada por Don Clemente Onelli, el sabio y pintoresco director del Jardín Zoológico de Buenos Aires, que pronunciara el 28 de octubre de 1921 sobre temas de su especialidad. El “Cine –Teatro Grand Splendid”, entre los años 1921 y 1930, se hallaba en uno de los pisos altos la Compañía Max Gluksmann, que grabara muchas canciones de destacadas figuras, entre otras las de Gardel e Ignacio Corsini, cantando con la compañía de la orquesta de Alberto Castellano. La misma compañía, pero en 1924, organizó famosos “Concursos de Tango”, invitando a participar a compositores de música y letristas. Estos certámenes se realizaron durante una década y constituyeron un real aporte para el adelanto y la divulgación del tango, ya que de ellos surgieron inolvidables melodías, como “Organito de la tarde”, de Cátulo Castillo, que, sin embargo, apenas obtuvo el tercer puesto.

 

  En 1964 Clemente Lococo adquirió el Grand Splendid, lo remodeló y lo convirtió en la punta de lanza que harían de esa zona la principal competidora de Lavalle y de Corrientes. En 1973 volvió al cine.

 

El Splendid posee un rico historial de exhibiciones trascendentes: "Hacia la felicidad", de Ingmar Bergman (1958); "Los 400 golpes", de François Truffaut (1960); "Amarcord", de Federico Fellini (1975); "El taxista", de Alberto Sordi (1984) y "París Texas", de Wim Wenders."Belleza americana", de Sam Mendes, es la última película que exhibió. De sala de cine a megalibrería El Ateneo Grand Splendid abrió sus puertas el 4 de diciembre de 2000 . El nombre y la ubicación remiten a lo que funcionó en ese lugar durante más de 80 años: el cine teatro Grand Splendid. Detrás del emprendimiento está la sociedad integrada por los hermanos Greisen, ex propietarios de la empresa petrolera Astra, luego adquirida por Repsol: Eduardo, Ricardo, Teresa, Magdalena e Isabel.


FUENTES: Libro: “Allá por la Capilla del Carmen” –las vecindades de la Plaza Rodríguez Peña- Autor: Diego A. Del Pino Cuadernos de Buenos Aires Nº 59 Municipalidad de la Ciudad de Bs. As. –1981-.Anuario de Arquitectura e Ingeniería de la República Argentina Año 1923 (S.C.A.)LA MAGA.com.ar-archivos- Splendid, una emisora histórica. Horacio Ferrer, “El libro del Tango”, Editorial Osorio, Bs.As. –1970-. Libro:“Días de radio” – Carlos Ulanovsky y otros- Ed. Espasa Calpe –1995. Diario La Nación 26 noviembre del 2000 – art. de Willy G. Bouillon-

 

 

 

 

 Antiguamente en el lugar había una fábrica de carruajes.

 

Se prestaba a las representaciones dramáticas, y no era de extrañar que haya sido, desde que abrió sus puertas, el elegido por las damas para sus beneficios de caridad, que en el transcurso de sus primeros tres meses, alcanzó al número de treinta y cuatro, cantidad de beneficios que ningún teatro de Buenos Aires ofreció en tan corto plazo. El Primer beneficio se celebró el 3 de septiembre de 1919 para la Asociación del Divino Rostro.

 

El Splendid introdujo la novedad de los abonos, al estilo de los norteamericanos, con los que se podía acceder a los eventos: “Viernes de Moda” y “Domingos Selectos”, que se constituían en verdaderas veladas sociales y artísticas. Hacia 1924, allí se organizaban conciertos de tango, que luego se grababan -para el sello El Nacional Odeón, también propiedad de Gluksmann- en un estudio instalado en uno de sus pisos. Pasaron por allí Carlos Gardel, Ignacio Corsini, Lola Membrives, Azucena Maizani y Roberto Firpo, autor de un tango titulado "Grand Splendid".

 

En 1926 empezó a funcionar como sala cinematográfica. Allí se estrenó un clásico del cine mudo argentino, "Juan sin ropa". Pero el éxito se produjo el 12 de junio de 1929, con la exhibición de la primera película sonora en Buenos Aires: "La divina dama", sobre el romance entre el almirante Nelson y Lady Hamilton, interpretados por Víctor Varconi y Corinne Griffith. Años después, retomó el carácter de sala teatral. La última representación, a comienzos de los 70, fue la comedia "40 quilates", en la que actuaron Mirtha Legrand y Arnaldo André, dirigidos por Daniel Tinayre.

 

Fue en el edificio de este antiguo teatro, pero en un piso alto, donde comenzaron, el 23 de mayo de 1923, las irradiaciones de nuestra naciente radiofonía, denominándose la primera emisora, precisamente “Radio Splendid”, propiedad de los señores Antonio Devoto y Benjamín Gaché. Se presentaron entonces el “Dúo Gardel – Razzano” , Azucena Maizani y “Delfy”, así como las orquestas de Francisco Canaro y de Firpo, con Luis Díaz como cantor.

 

Cuando en la Argentina hubo crisis económica y social, lugares como cines, teatros y hasta edificios históricos se transforman en playas de estacionamiento, púlpitos para el ejercicio hipnótico de predicadores o casas de comidas, que la declinación de una sala dedicada al cine dé paso a un sitio con los libros como protagonistas asoma como un reemplazo digno y alentador. Más aún, porque la iniciativa ha respetado las originales características arquitectónicas del edificio, incluyendo su marquesina, palcos, balcones, los capiteles corintios, estucados, mascarones y cielorrasos de notable diseño, junto con la cúpula, obra del pintor italiano Nazareno Orlandi fue restaurada en 1993. El grupo Ilhsa, integrado por la cadena de librerías El Ateneo y Yenny, alquiló en febrero último por diez años la ex sala cinematográfica e invirtió en el proyecto más de 3 millones de pesos. La conservación de la estructura histórica fue establecida entre las cláusulas del contrato. Los pasillos laterales, convertidos en galerías de arte y en uno de ellos se puede revivir, en imágenes, la historia del cine Grand Splendid. Hoy el Grand Splendid, convertido en paseo turístico, reúne a la belleza arquitectónica.