QUINTA PUEYRREDÓN SAN

ISIDRO

 

Arcón de Buenos Aires

 

 

 

En enero de 1823 nacía Prilidiano Pueyrredón en una quinta llamada Santa Calixta que se situaba en Libertad esquina Juncal, el paraje conocido con el nombre de las 5 esquinas. Fue bautizado en la Merced. Este artista se encerró por largo tiempo a pintar en la quina de los altos de la quinta de San Isidro.

 

 

 

 

MUSEO PUEYRREDÓN SAN ISIDRO 

 

Construida a fines del siglo XVIII y restaurada en parte en el año 1840  en el corazón de un parque arbolado, al borde de la barranca del Río de la Plata, la casa principal es un exponente de la arquitectura rural de fines del siglo XVIII: paredes de ladrillos encalados, techos de azotea y ventanas con rejas de hierro forjado.
Conserva el esquema original de habitaciones, todas ellas con ventanas abiertas al parque, y dispuestas en una sola planta cuadrada, alrededor de un patio con aljibe al que se ingresa por un zaguán doble. En planta alta, además de algunas dependencias de servicio, hay una sola habitación, a modo de mirador, en la que instaló su atelier el pintor Prilidiano Pueyrredón, hijo del patriota. La característica sobresaliente de la arquitectura de esta casa es la gran galería abierta hacia el río, soportada por ocho sólidas columnas de orden toscano. Fue obra de Prilidiano y testimonia el gusto neoclasicista de su época.

 

En el parque hay dos edificaciones complementarias que fueron reconstruidas: la caballeriza y la casa de los chacareros. Sede del Museo Brigadier Juan Martín de Pueyrredón, la Quinta conserva intacto el ambiente natural de su época histórica.

 

Tiene gruesas paredes sin adornos, pisos de baldosas y puertas estrechas. Las habitaciones convergen a un patio central con su característico aljibe. En la fachada que mira al río se destaca un amplio pórtico con columnas.
Aunque el estilo colonial recibió el impacto negativo de nuevas corrientes artísticas y fue entrando en una gradual decadencia a medida que avanzaba el siglo XIX, sus auténticos valores permanecieron casi invariables a través de los años, en las casas grandes, mandadas construir por los ricos hacendados en las proximidades de sus centros agropecuarios. Generalmente estos edificios eran de una sola planta, muy amplios y constaban de varios patios rodeados por galerías con columnas de material o vigas de madera dura, o bien con arcos de medio punto. En las zonas donde periódicamente atacaban los indígenas, esas casas tenían una pequeña torre o mirador.

 

Aquí habitó hasta su muerte, en 1850, el Brigadier Juan Martín de Pueyrredón, quien, siendo Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Por razones de salud gobernó algún tiempo desde la llamada "Chacra del Bosque Alegre". La Quinta fue testigo de circunstancias trascendentales para la historia de nuestro país: durante la Reconquista de Buenos Aires contra la Invasión Inglesa de 1806. Se estableció en esta zona el campamento de San Isidro en donde Liniers nombró a Pueyrredón Comandante de los Voluntarios de Caballería. Años más tarde, Cornelio Saavedra partió desde aquí para asumir el primer Gobierno Patrio. En sus jardines se conserva todavía, entre varios árboles históricos, el algarrobo bajo el cual San Martín y Pueyrredón idearon la Expedición Libertadora de América.

 

 

1941

 

 

 

 

  Entre los años 1920 y 1914 vivió en esta quinta el presidente Roque Sáenz Peña-

 

 El general dejo tres hijos, dos naturales y uno legitimo Prilidiano.

 

  Cuando su hijo Prilidiano quiso trasladar su cuerpo al cementerio de la recoleta en su coche particular, los funcionarios de Rosas le negaron el permiso.

 

 

 

Victoria Aguirre

 

 El Museo Pueyrredón presenta una muestra sobre la benefactora y personaje emblemático de San Isidro por haber sido dueña de la Quinta Pueyrredón y donante de los terrenos que ocupa el CASI.  Para reconstruir la vida de Victoria Aguirre  y su obra se han pedido en préstamo a instituciones y coleccionistas (entre ellos los museos Etnográfico, Udaondo y Fernández Blanco) objetos de sus colecciones que originalmente pertenecían a Victoria y, en muchos casos, fueran donados por ella misma para enriquecer el patrimonio de dichas instituciones. Un video sobre su vida completa el perfil de esta mujer generosa y valiente, que desafió las convenciones de la época, pero prefirió contribuir al bien común discretamente, como en voz baja.

UN POCO DE HISTORIA

Victoria Aguirre nació en Buenos Aires en 1858. Dos años antes, sus padres, Manuel Alejandro Aguirre y Mercedes Anchorena, habían comprado la chacra de San Isidro a su tío Prilidiano Pueyrredón, único heredero de los bienes de la familia Pueyrredón Tellechea. En 1911 la chacra se dividió entre los descendientes de Manuel Alejandro. Victoria y Manuel José, su hermano escultor, pidieron expresamente que se les adjudicaran el casco y los terrenos adyacentes con el único propósito de preservarlos. El pedido no era caprichoso: ambos poseen un gusto por lo estético y son conscientes del valor patrimonial que la quinta representa. En 1920 Victoria cedió su parte a la viuda de Manuel José, Enriqueta Lynch. Dos décadas después, los Aguirre Lynch vendieron el casco principal y edificios aledaños a la Municipalidad de San Isidro.  Para entonces el solar ya había sido declarado Monumento Histórico Nacional. Como integrante de la Sociedad de Beneficencia o desde la acción individual, Victoria Aguirre desarrolló una tarea social de enorme trascendencia. Al momento de su muerte en 1927, el diario "La Nación" se refirió a su obra como "un vasto plan de asistencia y de previsión".  Escuelas, asilos, hospitales, instituciones religiosas, culturales, científicas y deportivas, siempre contaron con su apoyo desinteresado.  Producto de sus viajes y de su amor al arte, Victoria se dedicó a formar una valiosa colección, transformando su casa en un verdadero museo.  Donó además parte de su patrimonio y adquirió especialmente para instituciones públicas, ocupando así un lugar destacado en la historia del coleccionismo argentino.

LA PRECURSORA

Hasta aquí podría haber cumplido con las expectativas de una mujer de su clase. Sin embargo, Victoria se distinguió por ser una precursora en la identificación del patrimonio cultural y por emprender acciones para su conservación y su difusión. Hizo de la acción un compromiso, participando de cuanto emprendimiento humanitario, cultural, científico o turístico estuvo a su alcance, de una manera apasionada y directa. Si lo desconocemos, es porque nunca persiguió la figuración o la aprobación de su entorno; privilegió el bien común y lo efectivizó casi en silencio, como en voz baja.

 


 

Victoria Aguirre

 

 

 



 

 

 

Los Pueyrredón

 

General Juan Martín de Pueyrredón fue uno de los padres fundadores de la patria. En primeras nupcias se casó con su prima Dolores quien fue declarada Loca y asi Juan Martín enviuda. Es que la historia de los Pueyrredón es una novela, una película. Una escena: Pueyrredón hace fusilar a un tal Francisco Telechea frente a su hija de 15 años y el resto de su familia. Al año, Pueyrredón enviuda y se casa con esa niña llamada María Calixta y de ese matrimonio nace Prilidiano Pueyrredón, el pintor. La niña había heredado las tierras a la muerte del padre.
 

 

 

 

Miembro de una de las familias patricias de San Isidro

 e hijo de Juan Martín de Pueyrredón.

 

 

Alberga el Museo General Juan Martín de Pueyrredón y su origen está en el reparto de tierras que hizo Garay en 1580; fue la merced (o suerte) número 55. Iba desde el río hasta el Camino del Fondo de la Legua llamado justamente así por correr al fondo de las suertes repartidas por Garay y de ancho, entre las hoy calles Roque Sáenz Peña y Acassuso.

 

En 1770 la compró el abogado José Luis Cabral, quien construyó una casa con sala y dos aposentos. En 1806 la usaron como refugio Liniers y parte de sus tropas, camino a la Reconquista de Buenos Aires. En 1810, compró la propiedad el comerciante español Francisco de Telechea, alcalde de 2° voto del Cabildo de Buenos Aires, quien por conspirar junto a Martín de Alzaga es ajusticiado en 1812. En 1816, el ya maduro brigadier Juan Martín de Pueyrredón contrae matrimonio con la quinceañera hija de Telechea, pasando a ser el propietario de la chacra, llamada entonces Bosque Alegre. Es entonces cuando se transforma en lo que es hoy. La heredó el hijo de este matrimonio, Prilidiano Pueyrredón, pintor y arquitecto, quien instaló su atelier en el mirador de la planta alta y construyó la hermosa galería que protege el frente sobre la barranca. Este, en 1856 la vendió a su primo don Manuel Aguirre, quedando la chacra en manos de esta familia. Recibió numerosos huéspedes ilustres, como José de San Martín, Sarmiento, Tomás Guido, Dalmacio Vélez Sarsfield y Roque Sáenz Peña.  Habitó también la chacra el escritor Nicolás Granada, quien escribió aquí su pieza teatral La Gaviota , inspirándose en una de las empleadas de la casa. En 1941, gracias a un movimiento de opinión liderado por el pintor Luis Cordiviola, se salvó al solar de ir a remate, adquiriéndolo la Municipalidad de San Isidro.  La casa, blanca y rodeada de parque, recuerda el estilo pompeyano. A la derecha de la entrada hay un aguaribay plantado por Sarmiento. El árbol más famoso de la quinta es un algarrobo, plantado por su antiguo dueño, José Luis Cabral hace más de 2 siglos. Se dice que a su sombra se reunieron muchas veces José de San Martín y Pueyrredón, cuando aquél planeaba sus campañas. Lo encontrará frente a la casa, sobre la barranca.  En el interior y galerías, los techos son de lapacho y tronco de palmeras. Los pisos (de diferentes épocas) son baldosas inglesas y francesas. En las habitaciones verá numerosas pertenencias del brigadier Pueyrredón, además del mobiliario y objetos que Prilidiano trajera de Europa.  En la Sala Grande hay numerosos óleos de Prilidiano, destacándose la pintura de Magdalena Costa Iriarte, a quien pretendió el pintor y, según se dice, la mano derecha quedó incompleta cuando la familia de ella rechazó el pedido.  Las otras construcciones son la casa de los chacareros y la caballeriza. En la primera, mantenida como fue originalmente, se conserva aún el horno de pan que diseñó Prilidiano. La caballeriza se restauró a su imagen original, trabajándose sobre un plano de Hipólito César Bacle que data de 1836. Se reconstruyeron los dos cuartos originales y se repuso el techo de la azotea.