EX

PALACIO

DE

CORREOS

 

Arcón de Buenos Aires

 

 

EX PALACIO DE CORREOS

 

HOY ...Centro Cultural Nestor Kirchner

 

Se encuentra en Sarmiento y Leandro N. Alem

 

La construcción del Palacio de Correos y Telégrafos empezó en 1889, el mismo año en que París estrenaba su torre Eiffel, el año de "La Gran Exposición Universal de París".

 

 En una casa ubicada en la calle Perú fue donde funcionó primeramente este servicio. En 1822 se mudó a otra situada en la actual calle Bolívar entre Venezuela y Belgrano. La Dirección General de Correos y Administración del ramo, de la Provincia, permaneció por muchos años, y hasta hace muy pocos, en la hoy calle de Bolívar, número 115. Su constructor y dueño, don Manuel Rodríguez de la Vega, la adjudicó en su testamento a la Casa de Ejercicios; este mismo señor Rodríguez, fue fundador del Hospital de Mujeres, de la Casa de Expósitos y otras instituciones caritativas a que contribuyó con su peculio.

 

 Más adelante pasó a un edificio adyacente a la Casa de Gobierno (Hipólito Yrigoyen y Balcarce), hoy incorporado a la sede gubernativa y después de un paso por otra finca situada en Moreno y Bolívar (la antigua casa de Juan Manuel de Rosas) y se trasladó a un gran local que estaba en Corrientes y Reconquista. "Era un caserón que había pertenecido a Rosa Anchorena de Fernández. Todo lo que se refería a cargas, se hacía por un acceso de la calle Reconquista. La entrada sobre Corrientes era la destinada a telegramas al exterior. Sobre la ochava se accedía al despacho de cartas y franqueo. El Correo no permaneció mucho en ese lugar. En 1888, el entonces director, don Ramón J. Cárcano, pensó en erigir un verdadero edificio y, de lleno en esa empresa, se lo logró inaugurar en 1928 y es el que actualmente ocupa”.

 

1910 - En la esquina de Moreno y Bolívar, el antiguo edificio de "Correos y Telégrafos".

 

 

La Casa Rosada (izquierda) el antiguo Palacio de Correos (derecha) con el tiempo se unificaron los edificios. Sarmiento ordena construir 3500 mts 2 en Balcarce e Hipólito Yrigoyen.

 El edificio tenia 50 mts de frente por 35 de largo. El proyecto fue del arquitecto Carlos Kihlberg. Ante este nuevo edificio mezcla de neo-renacimiento italiano la casa de Gobierno no quedaba nada importante por ello fue que Julio Roca presidente desde el 1880 solicita un proyecto de ensanche y reparaciones.

 

   FUE LA CASA DE CORREOS-

La Casa de Gobierno se construyó sobre la base del edificio existente perteneciente a Correos en el último cuarte del siglo XIX. En el mismo predio del antiguo fuerte. Los presidentes iban a la Rosada caminando o, a lo sumo, en carruaje, porque vivían cerca: Bartolomé Mitre, en la calle San Martín; Nicolás Avellaneda, en Moreno; Hipólito Yrigoyen, sobre Brasil, recuerda el investigador y arquitecto del Museo de la Casa Rosada, Ricardo Ruiz. La Casa de Gobierno es más que un famoso balcón, el Salón Blanco con su araña de 460 lamparitas donde los presidentes reciben el bastón y la banda, el despacho presidencial (que originalmente era un comedor) y el patio con palmeras.

 

 

 El Correo tenía una función social tan importante que el ejército de carteros era un ejército feliz; tenía un uniforme con botones de bronce a los que sacaban lustre orgullosos para la inspección de cada mañana.

 

Tardaron casi 40 años en construir el Palacio de Correos. Por el medio pasaba una calle, que daba a la vieja aduana Taylor y que ocupaba el espacio donde hoy está la Plaza Colón. Fue diseñado por el arquitecto francés Norbert Maillart, creador del Palacio de Tribunales y el Colegio Nacional de Buenos Aires, que se inspiró en el Palacio de Correos neoyorquino. Sus siete pisos, subsuelo y planta baja suman 88.050 metros cuadrados cubiertos, equivalentes a ocho manzanas, y esconden lujosos salones. Pero apenas un 15% de la superficie del edificio está hoy en uso, ocupada por oficinas públicas y una sucursal del Correo.

 

 

haga click en la imagen para ampliar (fotos panorámicas)

 

 

Dado que el anterior edificio de correos había sido transformado en parte de la Casa Rosada, en 1888 se aprobó el proyecto del arquitecto francés Norbert Maillart, a pesar de que se le había ofrecido el trabajo a Tamburini que lo desechó por ser un trabajo sumamente específico por las necesidades del correo.   Las obras se detuvieron por la crisis de 1890 y  cuando se retomaron los trabajos, debió ser modificado para adecuarlo a los nuevos servicios que debía prestar. Posteriormente hubo nuevas modificaciones originadas también en causas económicas y se inauguró recién en 1924 La obra tuvo detalles decorativos de lujo y buen gusto. Obra proyectada en el siglo anterior y en el gobierno de Alvear se concluyo.

El resultado final es más la obra de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Economía que la de Maillart, aunque sigue siendo un claro exponente del academicismo francés: la simetría, los módulos (basamento, cuerpo y remate), la ornamentación y el lujo de los interiores son típicos de estas obras .

 

 

 

Edificio del correo en construcción que se observa desde el Paseo de Julio

Originalmente el inmueble fue construido para albergar una iglesia, un asilo, un colegio de la Orden de Siervas de Jesús Sacramento y una escuela para 700 señoritas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Palacio de correos en construcción -  AYER -HOY

 

 

 


 

 

A partir de 1916, las obras estuvieron dos años paradas por la falta de materiales provocada por la Primera Guerra Mundial. El Palacio se inauguró en 1928, al final de la presidencia de Marcelo T. de Alvear. A la izquierda de la foto se encuentra detrás del palacio de correos el

Edificio Calvet en Av. Alem 401 /(D E M O L I D O) en la década de 1980 y en su lugar se encuentra hoy una playa de estacionamiento a cielo abierto.

 

 

El Edificio Calvet fue un gran edificio de viviendas que se encontraba en la Avenida Leandro N. Alem 401 (esquina Avenida Corrientes), enfrentado con el Correo Central de la ciudad de Buenos Aires (Argentina).
Fue proyectado por el arquitecto Gastón Mallet para la “Calvet y Cía.”, una firma francesa dedicada a la comercialización de vinos. Ocupaba la esquina nordeste del cruce de Alem y Corrientes, y en la planta baja alojaba al local comercial de la firma Calvet. Los departamentos en los pisos superiores eran propiedad de la Bodega, hasta la creación de la Ley de Propiedad Horizontal en 1948.
 

 

 

El lugar elegido resalta la idea del palacio: por estar frente a una plaza y rodeado por avenidas, tiene amplias perspectivas urbanas. Es claro el basamento con arcos de medio punto, el cuerpo de varios pisos de alto, el remate (mansarda) y los motivos de ornamentación clásicos del francés. Tras un esplédido corredor de distribución , se accede al salón de despacho postal, en donde se conserva todo en su estado original.

 

Fue restaurado en los años noventa. Este edificio imponente no es solamente de oficinas, sino que es el Correo Central y allí está la planta de distribución de la correspondencia que llega desde todo el país, en un sistema totalmente centralizado. El lujo se muestra en los salones públicos y en las áreas en las que se encontraba la Secretaría de Comunicaciones, principalmente en el Salón dorado, que era el lugar de los actos protocolares y fue pensado a semejanza de Versalles, tanto como el del Teatro Colón.

 

 

Desde 1779 hasta hoy dia el correo ha ocupado distintos edificios. En 1882 paso a la calle Bolívar. En 1879 el correo comenzó a funcionar en Balcarce e Hipólito Yrigoyen. Luego ocupo la casona de Rosas y en 1901 fue trasladado a corrientes y Reconquista y en 1928 se mudo al edificio que ocupa actualmente, que fueron terrenos ganados al rio en la zona de la sociedad Las catalinas donde se hallaba el tercer muelle de la ciudad.

 

 

PALACIO DE CORREOS

a la derecha el Luna Park

 

Este magnífico edificio que ocupa toda una manzana, deslumbró a los habitantes de su época, quienes comenzaron a llamarlo "Palacio". Diseñado por el arquitecto francés Norbert Maillart, (autor del "Palacio de Tribunales" y del "Colegio Nacional de Buenos Aires"), responde a una época en dónde la arquitectura buscaba reflejar la bonanza económica del período.

 

 

 



Encargado hacia 1888, con un diseño basado en la "Central de Correos de Nueva York"; recién fue inaugurado 40 años después, el 28 de septiembre de 1928, luego de contratiempos, demoras y modificaciones de sus planos originales.



Características

Exponente del academicismo francés, el edificio presenta elementos característicos del estilo: techos a la mansarda, columnas pareadas de orden gigante, ventanas de piso a techo, muros trabajados, etc.


En la fachada principal, sobre la calle Sarmiento, se destaca el cuerpo central saliente con la cúpula truncada de pizarra, la mayor de las cuatro que posee la construcción.
Figuras de gorros alados y caduceos, símbolos de Mercurio/Hermes, el mensajero de los dioses, realizados en mampostería, decoran los paneles.


El interior mantiene su elegancia y solidez en sus salas originales de atención al público y sus despachos, entre los que se destacan el "Salón Eva Perón", que ocupó la primera dama en 1946 y el "Salón de los Escudos" con la representación de los de cada provincia.
Esculturas, pinturas y vitrales completan el patrimonio.
Hoy es el centro de un proyecto que contempla convertirlo en el "Centro Cultural del Bicentenario", con una sala para música sinfónica, otra para música de cámara, dos destinadas para usos múltiples además de espacios museísticos.
Declarado en 1997 "Monumento Histórico Nacional", se deberán preservar sus fachadas y algunos espacios y salones más característicos. Se planea su inauguración para el 2010.




Datos y curiosidades :

* Está construido sobre un terreno de 12.500 m2 ganados al río, lo que obligó a hundir 2882 pilotes de hormigón armado de 10 mt promedio cada uno, con una losa que une las cabezas de los mismos, para sostenerlo.


* La superficie total edificada es de 88.050 m2 (casi 8 manzanas); consta de subsuelo, planta baja y 7 pisos altos.
Hoy funciona solo el 15%, con una sucursal del correo y oficinas públicas.


* Fue el lugar elegido para la cena de gala que, con motivo de su visita en el año 1995, se ofreció a la Princesa de Gales .


* En sus comienzos, contaba con un moderno sistema mecánico que ocupaba 4 pisos y tenía una capacidad que excedía las necesidades.

Mediante el uso de tubos y cintas transportadoras, se automatizaba y optimizaba la circulación de la correspondencia, razón por la cual se decidió que dejara de funcionar durante veinte años, debido a la cantidad de empleados ociosos que generó.


 

Plaza del Correo

 

Para resaltar la riqueza arquitectónica del edificio del correo la Dirección de Paseos de la Comuna inauguró en 1983 (año mundial de las comunicaciones) una plaza del Correo en un solar, de 6.534 m², que queda enfrente de la entrada principal del edificio. En realidad ya existía allí una plazoleta, que en los últimos tiempos se estaba utilizando como playa de estacionamiento de autos y que en 1979 estuvo a punto de desaparecer debido a que se le había dado un permiso al Banco de Tokio para construir su casa central. Ante la protesta de numerosas entidades y ciudadanos ese proyecto quedó anulado y se remodeló la plaza construyéndose además un estacionamiento subterráneo de autos. Sobre esa plaza se encuentran, sobre la calle de la entrada principal al Palacio, algunas esculturas relacionadas con el correo.

 

Una de ellas fue costeada por los Telegrafistas Argentinos y Empleados del Palacio del Correo de la Capital: se trata de la escultora del belga Luis Bruninx en homenaje a Samuel Morse, inventor del telégrafo, que fue realizada en 1915 y que originalmente se hallaba en el hall central del Palacio del Correo. Un bajorrelieve en bronce con la figura del chasqui (correo a caballo de la época de la colonia) es obra del escultor argentino Mario Rubén Chierico. También hay una escultura denominada El Cartero, del ítalo-argentino Salvador Gurrieri, mostrando el cuerpo entero de un cartero llevando la correspondencia. Además de las esculturas hay un mástil que reemplaza desde la remodelación de la plaza al erigido en 1938 por la Dirección General de Correos y Telégrafos.

 

Observaciones:


El edificio representa un ejemplo clásico de la arquitectura del academicismo francés. Constituye un volumen aislado, de cuerpo simétrico y donde se presentan elementos compositivos tales como el basamento con arquerías de acceso, fuste de varios pisos y coronamiento con mansarda, todos ellos reunidos en un lenguaje clasicista. Su interior, con equipamiento original en salas de atención al público; esculturas de M. Fiot y M. Chirico, y pinturas de de Quirós y Lola Frexas.


El edificio, consta de nueve plantas distribuidas en subsuelo, planta baja y 7 pisos altos. Su acceso se efectúa por la calle Sarmiento. Allí se encuentra el hall de atención al público, de gran altura, que recibe luz cenital proveniente de tres vitrales ubicados a la altura del 4º piso. En los distintos niveles se encuentran los despachos jerárquicos y los salones de reuniones lujosamente decorados, revestidos en mármol y madera del país.


Con frente hacia las avenidas Corrientes, Alem y la calle Bouchard se organizan las plantas operativas alrededor de un gran patio central que proporciona luminosidad y transparencia. Sus plantas libres otorgan flexibilidad espacial para adecuarlas a los continuos cambios.
En 1993 la arq. Victoria Braunstein realizó la restauración de un sector del edificio, que comprendió desde la planta baja hasta los vitrales del 4º piso. Los trabajos de restauración realizados comprendieron la limpieza de revoques símil piedra de las paredes. Se restableció la planta libre, y las visuales a través de los patios. En ocho meses se restauraron los vitrales del 4º piso: se desmontaron en su totalidad, se limpiaron, reemplazaron y cambiaron los plomos. El vitral lateral sobre el hall de Alem fue recuperado tras la demolición de una losa de hormigón armado que lo cubría. Así se rescató la luminosidad de origen.


Se mantienen en buen estado de conservación el patrimonio mueble, los vestíbulos, y las escaleras originales. Cabe destacar que el mobiliario fue diseñado y realizado en los Talleres Industriales del propio Correo, no solo para equipar el Palacio, sino también a todas las sucursales del país.
El volumen de este palacio de considerables dimensiones conserva en sus fachadas tanto los materiales como la relación de masa y aberturas del diseño original. Para alivianar sus pesadas proporciones se recurrió a la utilización de algunos elementos que le confieren un orden armónico.
En cuanto al tratamiento de la envolvente volumétrica, se adoptaron dos criterios: sobre Alem, Corrientes y Bouchard se advierten entrantes y salientes poco acusadas, respondiendo cada una de ellas, a un eje de simetría. Este eje también se mantiene sobre Sarmiento; la diferencia consiste en la jerarquía otorgada al acceso principal del edificio con un avance más pronunciado de su cuerpo central. En este también se destacan esbeltas columnas neoclásicas apareadas que abarcan los tres niveles superiores.

 

Ellas sostienen friso, cornisa y remate central con arco de medio punto, que sirve de marco al característico reloj del Palacio. Detrás se ubicó la gran cúpula truncada aportando mayor notoriedad al conjunto.
El frente opuesto, sobre Corrientes, presenta en cambio su volumen central retraído. En este caso fueron acusados los cuerpos laterales que poseen sendos accesos sobre los que se destacan el agrupamiento de las aberturas. Estos volúmenes laterales fueron coronados con frontón y cúpula de forma tronco piramidal. Las columnas neoclásicas del nivel siguiente se jerarquizaron, diferenciándolas de las pilastras del cuerpo central. Esta fachada resulta además interesante debido al tratamiento curvo de sus esquinas.
Cabe destacar la calidad de la mano de obra utilizada que se evidencia en el acabado de los detalles y la ornamentación, tanto en el exterior como en el interior del Palacio.

Referencias Históricas y Testimoniales:


El proyecto fue aprobado por el Presidente de la Nación Dr. Miguel Juárez Celman en 1888, pero para dar lugar a nuevos servicios se debió reformularse en 1908. La Institución Correos se oficializó en el Río de la Plata en 1748 pero poco nos ha llegado de lo actuado hasta 1769, fecha en que se unieron el correo marítimo y el terrestre. A cargo de esta fusión fue designado Domingo Basavilbaso quien administraba el primero. En su vivienda ubicada en la esquina de Perú y Alsina, se instalaron las primeras oficinas del correo. Por entonces el sistema de funcionamiento era engorroso y lento. Cuando el envío era hacia el interior se realizaba por jinetes que iban de posta a posta llamados correos de número.

 

En 1822 la oficina se trasladó a otra vivienda, que fuera de Manuel Rodríguez de Vega, situada a sólo cuatrocientos metros de la anterior, en Bolívar entre Belgrano y Venezuela. Era un local más amplio y poseía dos plantas con techo de tejas españolas . Le correspondió a Bernardino Rivadavia, como Presidente de la República, en 1826, crear la Administración General de Correos, de la que dependían las administraciones provinciales. En 1854 se crearon las Mensajerías Nacionales con el fin de afianzar los servicios postales en la totalidad del territorio nacional. Posteriormente, en 1873, por iniciativa del Presidente Domingo F. Sarmiento, el Congreso autorizó la construcción de un edificio destinado a oficinas del Correo. Para ello el gobierno cedió parte del antiguo solar que ocupara en el Fuerte, junto a la Casa Rosada. Años más tarde las oficinas se trasladaron a la vieja casona de Rosas, situada en la esquina de Bolívar y Moreno. Le tocó a Ramón J. Cárcano, Director General de Correos y Telégrafos entre 1887 - 1890 impulsar la construcción de un nuevo edificio, en terrenos ganados al río a pocos metros del puerto, de la Estación Central, de la City y de la Casa de Gobierno. También eligió al arquitecto francés Norbert Maillart.

 

 Su primer proyecto se trataba de un palacio de estilo neoclásico pero las obras no pasaron de los cimientos . Recién en 1906 el gobierno decidió reiniciarlas, para lo cual elaboró un nuevo programa de necesidades. El arq. Maillart propuso integrar el edificio al entorno urbano, proyectando una serie de puentes y calles con la altura de 25 de Mayo que permitía un acceso fluido desde la City. El nuevo proyecto fue aprobado en 1908. En 1909 la Dirección de Arquitectura reemplazó la estructura portante por un esqueleto metálico. A partir de 1911, cuando el arq. Maillart se separó del proceso constructivo, por desinteligencia con el gobierno argentino, fue el arq. ruso Spolsky empleado del M.O.P. el encargado de rehacer los planos.

 

En 1916 la obra sería nuevamente interrumpida. Al año siguiente se transfirió la construcción a la Compañía General de Obras Públicas, - GEOPE - suprimiendo los puentes y calles elevadas. Esto significó la modificación de la fachada donde se adosó un nuevo basamento, que ocupa la planta baja y el primer subsuelo En 1924 nuevamente debieron paralizarse las obras siendo reanudadas al año siguiente por la Dirección General de Arquitectura dependiente del M.O.P. Finalmente el edificio fue inaugurado en 1928. En 1997 fue declarado Monumento Histórico Nacional por decreto 262 y designado con el nombre de Ramón J. Cárcano. Dos años después la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos recomendó la protección de su valioso mobiliario.

 

 

El Palacio de Correos hoy Centro Cultural

 

 

 

 

 

 

anfiteatro

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Domingo French (1774 -1825) nació en Buenos Aires el 21 de noviembre de 1774. Durante su infancia y adolescencia repartía su tiempo entre los estudios y las actividades comerciales ayudando a su padre. A partir de 1802, French se transformó en el primer cartero de Buenos Aires.

Los Primeros Buzones de Correo se instalaron en Buenos Aires en 1858. Eran nada más que seis y se ubicaron en Plaza Lorea, Plaza Independencia, Plaza del Parque (actual Lavalle), Plaza del Temple (actual Suipacha), Plaza Miserere y Paseo de Julio (actual Leandro N. Alem).
En 1892 se instalaron los primeros buzones cilíndricos de hierro fundido, y en 1909 se colocaron buzones móviles en los tranvías. En los Talleres del Fénix, a pocos metros del Obelisco porteño, se enorgullecen de haber "revolucionado el mercado" en la década de 1930 con la fabricación de más de 300 buzones de formato "hongo". Recién fines del siglo XIX comenzaron a fabricarse en nuestro país los buzones con el característico "sombrerito" de estilo inglés y pintados de rojo.
Quedan sólo aproximadamente 144 buzones en la Ciudad.
Llegó a haber más de 1.000 y aún se usan para mandar cartas simples.


CURIOSIDADES:


_Domingo French (1774 -1825) nació en Buenos Aires el 21 de noviembre de 1774. Durante su infancia y adolescencia repartía su tiempo entre los estudios y las actividades comerciales ayudando a su padre. A partir de 1802, French se transformó en el primer cartero de Buenos Aires.
 

_En 1909, el Director de Correos Justiniano Posse creó los "buzones móviles", instalados en los tranvías que iban a San José de Flores, Floresta, La Boca, Belgrano y Villa Catalina Norte (actual Barrio de Villa Urquiza).

 

 

LAS CARTAS ANTES ERAN LLEVADAS A CABALLO? EL CABALLO TUVO MUCHO QUE VER CON LA COMUNICACIÓN DE LAS PERSONAS.

Muy lejos del teléfono y la internet, los habitantes del virreinato se comunicaban por carta. Pero, ¿cuánto tardaba en llegar una carta a destino? Lógicamente dependía de las distancias. Podía tardar desde una semana a seis meses.

Las cartas eran llevadas a caballo a través de las postas, donde descansaban los mensajeros y cambiaban de caballo. Desde Buenos Aires tres veces por año salía un hombre a caballo hacia Chile, otro hacia el Perú y otro al Paraguay. Había que armarse de paciencia.

Con el tiempo aparecieron las galeras tiradas por varios caballos que transportaban pasajeros y correspondencia, acelerando los tiempos de llegada de las cartas.

En 1747 se creó el correo, pero recién con la apertura del puerto se regularizó la correspondencia con España.

 

Como se comunicaban…en la época del virreinato?


Las personas que escribían y recibían cartas debían esperar mucho tiempo, ya que los medios en que viajaban eran muy lentos, no existían aviones ni automóviles. Las mismas eran llevadas en barcos o por un cartero llamado “CHASQUI” quién se trasladaba de un lado a otro en caballo.


Las cartas debían ser retiradas en la oficina pública de la zona.

 

 

Los medios de transportes de aquella época eran escasos, existían las carretas, vehículos con dos ruedas grandes y techo de paja o de cuero de vaca, tirada por bueyes. El viaje en carreta era lento e incómodo. Las diligencias o galera, las cuales eran más cómodas, eran tiradas por caballos.
 

 

 

 

 

 

Edificio actual del Correo

Correo Oficial de la República Argentina (Correo Argentino SA).

 

 

INGRESE A :

 

http://www.culturalkirchner.gob.ar

 

 

 

 


Enviar una carta es una excelente manera de trasladarse a otra parte sin mover nada, salvo el corazón.

Petronio

 

       
           

 


 


 

 


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