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 Más adelante pasó a un edificio adyacente a la Casa de Gobierno (Hipólito Yrigoyen y Balcarce), 
hoy incorporado a la sede gubernativa y después de un paso por otra finca 
situada en Moreno y Bolívar (la 
antigua casa de Juan Manuel de Rosas) 
y se trasladó a un gran local que estaba en 
Corrientes y Reconquista. "Era un caserón que había 
pertenecido a Rosa Anchorena de Fernández. Todo lo que se refería a cargas, se 
hacía por un acceso de la calle Reconquista. La entrada sobre Corrientes era la 
destinada a telegramas al exterior. Sobre la ochava se accedía al 
despacho de cartas y franqueo. El Correo no permaneció mucho en ese lugar.
En 1888, el entonces director, don Ramón J. Cárcano, pensó en erigir 
un verdadero edificio y, de lleno en esa empresa, se lo logró inaugurar en 1928 
y es el que actualmente 
ocupa”.   
 
 1910 - En la esquina de Moreno y Bolívar, el antiguo edificio 
de "Correos y Telégrafos".     
 
 
La Casa Rosada (izquierda) 
el antiguo Palacio de Correos (derecha) con el tiempo se unificaron los 
edificios. Sarmiento ordena construir 3500 mts 2 en Balcarce e 
Hipólito Yrigoyen. 
 El edificio tenia 50 
mts de frente por 35 de largo. El proyecto fue del arquitecto Carlos Kihlberg. 
Ante este nuevo edificio mezcla de neo-renacimiento italiano la casa de Gobierno 
no quedaba nada importante por ello fue que Julio Roca presidente desde el 1880 
solicita un proyecto de ensanche y reparaciones.  
  
 
 
   
FUE LA CASA DE CORREOS-  
La Casa de Gobierno se construyó sobre la base del edificio existente 
perteneciente a Correos en el último cuarte del siglo XIX. En el mismo 
predio del antiguo fuerte. 
Los presidentes iban 
a la Rosada caminando o, a lo sumo, en carruaje, porque vivían cerca: Bartolomé 
Mitre, en la calle San Martín; Nicolás Avellaneda, en Moreno; Hipólito Yrigoyen, 
sobre Brasil, recuerda el investigador y arquitecto del Museo de la Casa Rosada, 
Ricardo Ruiz. La Casa de Gobierno es más 
que un famoso balcón, el Salón Blanco con su araña de 460 lamparitas donde los 
presidentes reciben el bastón y la banda, el despacho presidencial (que 
originalmente era un comedor) y el patio con palmeras. 
    
 El 
Correo tenía una función social tan importante que el ejército de carteros era 
un ejército feliz; tenía un uniforme con botones de bronce a los que sacaban 
lustre orgullosos para la inspección de cada mañana.   
Tardaron 
casi 40 años en construir el Palacio de Correos. 
Por el medio pasaba una calle, 
que daba a la vieja aduana Taylor y que ocupaba el espacio donde hoy está la 
Plaza Colón. 
Fue diseñado por el arquitecto 
francés Norbert Maillart, creador del Palacio de Tribunales y el Colegio 
Nacional de Buenos Aires, que se inspiró en el Palacio de Correos neoyorquino.  
Sus siete pisos, subsuelo y planta baja 
suman 88.050 metros cuadrados cubiertos, equivalentes a ocho manzanas, y 
esconden lujosos salones. Pero apenas un 15% de la superficie del edificio está 
hoy en uso, ocupada por oficinas públicas y una sucursal del Correo. 
  
   
    
  haga click en la 
imagen para ampliar (fotos panorámicas)     
Dado que el anterior edificio de correos 
había sido transformado en parte de la Casa Rosada, en 1888 se aprobó el 
proyecto del arquitecto francés Norbert Maillart, a pesar de que se le había 
ofrecido el trabajo a   
Tamburini 
que lo desechó por ser un trabajo sumamente específico por las necesidades del 
correo. 
  Las obras se detuvieron por la  
crisis de 1890 
y  cuando se retomaron los trabajos, debió ser modificado para 
adecuarlo a los nuevos servicios que debía prestar. Posteriormente hubo nuevas 
modificaciones originadas también en causas económicas y 
se inauguró recién en 1924.    
La obra tuvo detalles decorativos de lujo y 
buen gusto. Obra proyectada en el siglo anterior y en el gobierno de Alvear se 
concluyo.  
El resultado final es más la obra de la Dirección de Arquitectura del Ministerio 
de Economía que la de Maillart, aunque sigue siendo un claro exponente del 
academicismo francés: la simetría, los módulos (basamento, cuerpo y remate), la 
ornamentación y el lujo de los interiores son típicos de estas obras .     
 
   
   
 
Edificio del correo en 
construcción que se observa desde el Paseo de Julio 
Originalmente el inmueble fue 
construido para albergar una iglesia, un asilo, un colegio de la Orden de 
Siervas de Jesús Sacramento y una escuela para 700 señoritas.   
   
   
   
   
  
  
    
      |   
     
		   
		 
  
 
Palacio de correos en construcción 
-  AYER -HOY    |      
 
  
    
 
 
A 
partir de 1916, las obras estuvieron dos años paradas por la falta de materiales 
provocada por la Primera Guerra Mundial. El Palacio se inauguró en 1928, al 
final de la presidencia de Marcelo T. de Alvear. 
A la izquierda de la 
foto se encuentra detrás del
palacio de correos el  
 
Edificio Calvet en Av. Alem 401 /(D E M O L I D 
O) en la década de 1980 y en su lugar se encuentra hoy una playa de 
estacionamiento a cielo abierto.    
   El 
Edificio Calvet fue un gran edificio de viviendas que se encontraba en la 
Avenida Leandro N. Alem 401 (esquina Avenida Corrientes), enfrentado con el 
Correo Central de la ciudad de Buenos Aires (Argentina).Fue proyectado por el arquitecto Gastón Mallet para la “Calvet y Cía.”, una 
firma francesa dedicada a la comercialización de vinos. Ocupaba la esquina 
nordeste del cruce de Alem y Corrientes, y en la planta baja alojaba al local 
comercial de la firma Calvet. Los departamentos en los pisos superiores eran 
propiedad de la Bodega, hasta la creación de la Ley de Propiedad Horizontal en 
1948.
 
     
El lugar elegido resalta la idea del palacio: por estar frente a una plaza y 
rodeado por avenidas, tiene amplias perspectivas urbanas. Es claro el basamento 
con arcos de medio punto, el cuerpo de varios pisos de alto, el remate 
(mansarda) y los motivos de ornamentación clásicos del francés. Tras un esplédido corredor de distribución , se accede al salón de despacho postal, en 
donde se conserva todo en su estado original.     
Fue restaurado en los años noventa. Este 
edificio imponente no es solamente de oficinas, sino que es el Correo Central y 
allí está la planta de distribución de la correspondencia que llega desde todo 
el país, en un sistema totalmente centralizado. El lujo se muestra en los 
salones públicos y en las áreas en las que se encontraba la Secretaría de 
Comunicaciones, principalmente en el Salón dorado, que era el lugar de los actos 
protocolares y fue pensado a semejanza de Versalles, tanto como el del 
Teatro Colón. 
   
 
   
Desde 
1779 hasta hoy dia el correo ha ocupado distintos edificios. En 1882 paso a la 
calle Bolívar. En 1879 el correo comenzó a funcionar en Balcarce e Hipólito 
Yrigoyen. Luego ocupo la casona de Rosas y en 1901 fue trasladado a corrientes y 
Reconquista y en 1928 se mudo al edificio que ocupa actualmente, que fueron 
terrenos ganados al rio en la zona de la sociedad Las catalinas donde se hallaba 
el tercer muelle de la ciudad.     
 
 
PALACIO DE CORREOS 
a la derecha el Luna Park   
Este magnífico edificio que ocupa toda una manzana, deslumbró a 
los habitantes de su época, quienes comenzaron a llamarlo "Palacio". Diseñado 
por el arquitecto francés Norbert Maillart, (autor del "Palacio de Tribunales" y 
del "Colegio Nacional de Buenos Aires"), responde a una época en dónde la 
arquitectura buscaba reflejar la bonanza económica del período.   
  
 
  
 Encargado hacia 1888, con un diseño basado en la "Central de Correos de Nueva 
York"; recién fue inaugurado 40 años después, el 28 de septiembre de 1928, luego 
de contratiempos, demoras y modificaciones de sus planos originales.
 
 
 
 Características
 
 Exponente del academicismo francés, el edificio presenta elementos 
característicos del estilo: techos a la mansarda, columnas pareadas de orden 
gigante, ventanas de piso a techo, muros trabajados, etc.
 
En la fachada principal, sobre la calle Sarmiento, se destaca el cuerpo central 
saliente con la cúpula truncada de pizarra, la mayor de las cuatro que posee la 
construcción.
 Figuras de gorros alados y caduceos, símbolos de Mercurio/Hermes, el mensajero 
de los dioses, realizados en mampostería, decoran los paneles.
 
El interior mantiene su elegancia y solidez en sus salas originales de atención 
al público y sus despachos, entre los que se destacan el "Salón Eva Perón", que 
ocupó la primera dama en 1946 y el "Salón de los Escudos" con la representación 
de los de cada provincia.
 Esculturas, pinturas y vitrales completan el patrimonio.  
 
Hoy es el 
centro de un proyecto que contempla convertirlo en el "Centro Cultural del 
Bicentenario", con una sala para música sinfónica, otra para música de cámara, 
dos destinadas para usos múltiples además de espacios museísticos.
 Declarado en 1997 "Monumento Histórico Nacional", se deberán preservar sus 
fachadas y algunos espacios y salones más característicos. Se planea su 
inauguración para el 2010.
 
 
 
 Datos y curiosidades :
 
 * Está construido sobre un terreno de 12.500 m2 ganados al río, lo que obligó a 
hundir 2882 pilotes de hormigón armado de 10 mt promedio cada uno, con una losa 
que une las cabezas de los mismos, para sostenerlo.
 
 
 * La superficie total edificada es de 88.050 m2 (casi 8 manzanas); consta de 
subsuelo, planta baja y 7 pisos altos.
 Hoy funciona solo el 15%, con una sucursal del correo y oficinas públicas.
 
 
 * Fue el lugar elegido para la cena de gala que, con motivo de su visita en el 
año 1995, se ofreció a la Princesa de Gales .
 
 
 * En sus comienzos, contaba con un moderno sistema mecánico que ocupaba 4 pisos 
y tenía una capacidad que excedía las necesidades.
 
 Mediante el uso de tubos y cintas transportadoras, se automatizaba y optimizaba 
la circulación de la correspondencia, razón por la cual se decidió que dejara de 
funcionar durante veinte años, debido a la cantidad de empleados ociosos que 
generó.
 
 
 
 
    Plaza del Correo   Para 
resaltar la riqueza arquitectónica del edificio del correo la Dirección de 
Paseos de la Comuna inauguró en 1983 (año mundial de las comunicaciones) una 
plaza del Correo en un solar, de 6.534 m², que queda enfrente de la entrada 
principal del edificio. En realidad ya existía allí una plazoleta, que en los 
últimos tiempos se estaba utilizando como playa de estacionamiento de autos y 
que en 1979 estuvo a punto de desaparecer debido a que se le había dado un 
permiso al Banco de Tokio para construir su casa central. Ante la protesta de 
numerosas entidades y ciudadanos ese proyecto quedó anulado y se remodeló la 
plaza construyéndose además un estacionamiento subterráneo de autos. Sobre esa 
plaza se encuentran, sobre la calle de la entrada principal al Palacio, algunas 
esculturas relacionadas con el correo.    Una de ellas fue costeada por los 
Telegrafistas Argentinos y Empleados del Palacio del Correo de la Capital: se 
trata de la escultora del belga Luis Bruninx en homenaje a Samuel Morse, 
inventor del telégrafo, que fue realizada en 1915 y que originalmente se hallaba 
en el hall central del Palacio del Correo. Un bajorrelieve en bronce con la 
figura del chasqui (correo a caballo de la época de la colonia) es obra del 
escultor argentino Mario Rubén Chierico. También hay una escultura denominada El 
Cartero, del ítalo-argentino Salvador Gurrieri, mostrando el cuerpo entero de un 
cartero llevando la correspondencia. Además de las esculturas hay un mástil que 
reemplaza desde la remodelación de la plaza al erigido en 1938 por la Dirección 
General de Correos y Telégrafos.   Observaciones: El edificio representa un ejemplo clásico de la arquitectura del 
	academicismo francés. Constituye un volumen aislado, de cuerpo simétrico y 
	donde se presentan elementos compositivos tales como el basamento con 
	arquerías de acceso, fuste de varios pisos y coronamiento con mansarda, 
	todos ellos reunidos en un lenguaje clasicista. Su interior, con 
	equipamiento original en salas de atención al público; esculturas de M. Fiot 
	y M. Chirico, y pinturas de de Quirós y Lola Frexas.
  El edificio, consta de nueve plantas distribuidas en subsuelo, planta baja y 
	7 pisos altos. Su acceso se efectúa por la calle Sarmiento. Allí se 
	encuentra el hall de atención al público, de gran altura, que recibe luz 
	cenital proveniente de tres vitrales ubicados a la altura del 4º piso. En los 
	distintos niveles se encuentran los despachos jerárquicos y los salones de 
	reuniones lujosamente decorados, revestidos en mármol y madera del país.
  Con frente hacia las avenidas Corrientes, Alem y la calle Bouchard se 
	organizan las plantas operativas alrededor de un gran patio central que 
	proporciona luminosidad y transparencia. Sus plantas libres otorgan 
	flexibilidad espacial para adecuarlas a los continuos cambios.
 En 1993 la arq. Victoria Braunstein realizó la restauración de un sector del 
	edificio, que comprendió desde la planta baja hasta los vitrales del 4º 
	piso. Los trabajos de restauración realizados comprendieron la limpieza de 
	revoques símil piedra de las paredes. Se restableció la planta libre, y las 
	visuales a través de los patios. En ocho meses se restauraron los vitrales 
	del 4º piso: se desmontaron en su totalidad, se limpiaron, reemplazaron y 
	cambiaron los plomos. El vitral lateral sobre el hall de Alem fue recuperado 
	tras la demolición de una losa de hormigón armado que lo cubría. Así se 
	rescató la luminosidad de origen.
  Se mantienen en buen estado de conservación el patrimonio mueble, los 
	vestíbulos, y las escaleras originales. Cabe destacar que el mobiliario fue 
	diseñado y realizado en los Talleres Industriales del propio Correo, no solo 
	para equipar el Palacio, sino también a todas las sucursales del país.
 El volumen de este palacio de considerables dimensiones conserva en sus 
	fachadas tanto los materiales como la relación de masa y aberturas del 
	diseño original. Para alivianar sus pesadas proporciones se recurrió a la 
	utilización de algunos elementos que le confieren un orden armónico.
 En cuanto al tratamiento de la envolvente volumétrica, se adoptaron dos 
	criterios: sobre Alem, Corrientes y Bouchard se advierten entrantes y 
	salientes poco acusadas, respondiendo cada una de ellas, a un eje de 
	simetría. Este eje también se mantiene sobre Sarmiento; la diferencia 
	consiste en la jerarquía otorgada al acceso principal del edificio con un 
	avance más pronunciado de su cuerpo central. En este también se destacan 
	esbeltas columnas neoclásicas apareadas que abarcan los tres niveles 
	superiores.
   Ellas sostienen friso, cornisa y remate central con arco de 
	medio punto, que sirve de marco al característico reloj del Palacio. Detrás 
	se ubicó la gran cúpula truncada aportando mayor notoriedad al conjunto. El frente opuesto, sobre Corrientes, presenta en cambio su volumen central 
	retraído. En este caso fueron acusados los cuerpos laterales que poseen 
	sendos accesos sobre los que se destacan el agrupamiento de las aberturas. 
	Estos volúmenes laterales fueron coronados con frontón y cúpula de forma 
	tronco piramidal. Las columnas neoclásicas del nivel siguiente se 
	jerarquizaron, diferenciándolas de las pilastras del cuerpo central. Esta 
	fachada resulta además interesante debido al tratamiento curvo de sus 
	esquinas.
 Cabe destacar la calidad de la mano de obra utilizada que se evidencia en el 
	acabado de los detalles y la ornamentación, tanto en el exterior como en el 
	interior del Palacio.
 
 Referencias Históricas y Testimoniales:
 
El proyecto fue aprobado por el Presidente de la Nación Dr. Miguel Juárez 
	Celman en 1888, pero para dar lugar a nuevos servicios se debió reformularse 
	en 1908. La Institución Correos se oficializó en el Río de la Plata en 1748 
	pero poco nos ha llegado de lo actuado hasta 1769, fecha en que se unieron 
	el correo marítimo y el terrestre. A cargo de esta fusión fue designado 
	Domingo Basavilbaso quien administraba el primero. En su vivienda ubicada en 
	la esquina de Perú y Alsina, se instalaron las primeras oficinas del correo. 
	Por entonces el sistema de funcionamiento era engorroso y lento. Cuando el 
	envío era hacia el interior se realizaba por jinetes que iban de posta a 
	posta llamados correos de número.
 
  
En 1822 la oficina se trasladó a otra 
	vivienda, que fuera de Manuel Rodríguez de Vega, situada a sólo 
	cuatrocientos metros de la anterior, en Bolívar entre Belgrano y Venezuela. 
	Era un local más amplio y poseía dos plantas con techo de tejas españolas . 
	Le correspondió a Bernardino Rivadavia, como Presidente de la República, en 
	1826, crear la Administración General de Correos, de la que dependían las 
	administraciones provinciales. En 1854 se crearon las Mensajerías Nacionales 
	con el fin de afianzar los servicios postales en la totalidad del territorio nacional. Posteriormente, en 1873, por iniciativa del Presidente Domingo F. 
	Sarmiento, el Congreso autorizó la construcción de un edificio destinado a 
	oficinas del Correo. Para ello el gobierno cedió parte del antiguo solar que 
	ocupara en el Fuerte, junto a la Casa Rosada. Años más tarde las oficinas se 
	trasladaron a la vieja casona de Rosas, situada en la esquina de Bolívar y 
	Moreno. Le tocó a Ramón J. Cárcano, Director General de Correos y 
	Telégrafos entre 1887 - 1890 impulsar la construcción de un nuevo edificio, 
	en terrenos ganados al río a pocos metros del puerto, de la Estación 
	Central, de la City y de la Casa de Gobierno. También eligió al arquitecto 
	francés Norbert Maillart. 
  
 Su primer proyecto se trataba de un palacio de 
	estilo neoclásico pero las obras no pasaron de los cimientos . Recién en 
	1906 el gobierno decidió reiniciarlas, para lo cual elaboró un nuevo 
	programa de necesidades. El arq. Maillart propuso integrar el edificio al 
	entorno urbano, proyectando una serie de puentes y calles con la altura de 
	25 de Mayo que permitía un acceso fluido desde la City. El nuevo proyecto 
	fue aprobado en 1908. En 1909 la Dirección de Arquitectura reemplazó la 
	estructura portante por un esqueleto metálico. A partir de 1911, cuando el 
	arq. Maillart se separó del proceso constructivo, por desinteligencia con el 
	gobierno argentino, fue el arq. ruso Spolsky empleado del M.O.P. el 
	encargado de rehacer los planos. 
 
  
En 1916 la obra sería nuevamente 
	interrumpida. Al año siguiente se transfirió la construcción a la Compañía 
	General de Obras Públicas, - GEOPE - suprimiendo los puentes y calles 
	elevadas. Esto significó la modificación de la fachada donde se adosó un 
	nuevo basamento, que ocupa la planta baja y el primer subsuelo En 1924 
	nuevamente debieron paralizarse las obras siendo reanudadas al año siguiente 
	por la Dirección General de Arquitectura dependiente del M.O.P. Finalmente 
	el edificio fue inaugurado en 1928. En 1997 fue declarado Monumento 
	Histórico Nacional por decreto 262 y designado con el nombre de Ramón J. 
	Cárcano. Dos años después la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y 
	Lugares Históricos recomendó la protección de su valioso mobiliario.     El Palacio de Correos hoy 
Centro Cultural    
   
   
   
   
   
 anfiteatro   
   
 
  
  
 
  
  
 
  
  
   
     
      
  
                              
 Domingo French (1774 -1825) nació en Buenos Aires el 21 de noviembre de 1774. Durante su infancia y 
adolescencia repartía su tiempo entre los estudios y las actividades comerciales 
ayudando a su padre. A partir de 1802, French se transformó en el primer cartero 
de Buenos Aires. 
                              
 Los 
								Primeros Buzones de Correo se instalaron en 
								Buenos Aires en 1858. Eran nada más que seis y 
								se ubicaron en Plaza Lorea, Plaza Independencia, 
								Plaza del Parque (actual Lavalle), Plaza del 
								Temple (actual Suipacha), Plaza Miserere y Paseo 
								de Julio (actual Leandro N. Alem). En 1892 se instalaron los primeros buzones 
								cilíndricos de hierro fundido, y en 1909 se 
								colocaron buzones móviles en los tranvías. En 
								los Talleres del Fénix, a pocos metros del 
								Obelisco porteño, se enorgullecen de haber 
								"revolucionado el mercado" en la década de 1930 
								con la fabricación de más de 300 buzones de 
								formato "hongo". Recién fines del siglo XIX 
								comenzaron a fabricarse en nuestro país los 
								buzones con el característico "sombrerito" de 
								estilo inglés y pintados de rojo.
 Quedan sólo aproximadamente 144 buzones en la 
								Ciudad.
 Llegó a haber más de 1.000 y aún se usan para 
								mandar cartas simples.
 
                              
								
								CURIOSIDADES:
 
                              
								
								_Domingo French (1774 -1825) nació en Buenos 
								Aires el 21 de noviembre de 1774. Durante su 
								infancia y adolescencia repartía su tiempo entre 
								los estudios y las actividades comerciales 
								ayudando a su padre. A partir de 1802, French se 
								transformó en el primer cartero de Buenos Aires.
 
 
                              
								
								_En 1909, el Director de Correos Justiniano 
								Posse creó los "buzones móviles", instalados en 
								los tranvías que iban a San José de Flores, 
								Floresta, La Boca, Belgrano y Villa Catalina 
								Norte (actual Barrio de Villa Urquiza). 
                                
                                
                              
 LAS CARTAS 
ANTES ERAN LLEVADAS A CABALLO? EL CABALLO TUVO MUCHO QUE VER CON LA COMUNICACIÓN 
DE LAS PERSONAS. 
 Muy lejos del teléfono y la internet, los habitantes del virreinato se 
comunicaban por carta. Pero, ¿cuánto tardaba en llegar una carta a destino? 
Lógicamente dependía de las distancias. Podía tardar desde una semana a seis 
meses.
 
 Las cartas eran llevadas a caballo a través de las postas, donde descansaban los 
mensajeros y cambiaban de caballo. Desde Buenos Aires tres veces por año salía 
un hombre a caballo hacia Chile, otro hacia el Perú y otro al Paraguay. Había 
que armarse de paciencia.
 
 Con el tiempo aparecieron las galeras tiradas por varios caballos que 
transportaban pasajeros y correspondencia, acelerando los tiempos de llegada de 
las cartas.
 
 En 1747 se creó el correo, pero recién con la apertura del puerto se regularizó 
la correspondencia con España.
   
Como se comunicaban…en la 
época del virreinato? 
Las personas que escribían y recibían cartas debían esperar mucho tiempo, ya que 
los medios en que viajaban eran muy lentos, no existían aviones ni automóviles. 
Las mismas eran llevadas en barcos o por un cartero llamado “CHASQUI” quién se 
trasladaba de un lado a otro en caballo.
 
Las cartas debían ser retiradas en la oficina pública de la zona.
     
Los medios de transportes de aquella época eran escasos, existían las carretas, 
vehículos con dos ruedas grandes y techo de paja o de cuero de vaca, tirada por 
bueyes. El viaje en carreta era lento e incómodo. Las diligencias o galera, las 
cuales eran más cómodas, eran tiradas por caballos.
   
   
  
  
  
 
 
Edificio actual del Correo 
Correo Oficial de la 
República Argentina (Correo Argentino SA). 
  
  
INGRESE A : 
  
http://www.culturalkirchner.gob.ar 
  
  
  
  
Enviar una carta es una excelente manera de 
trasladarse a otra parte sin mover nada, salvo el corazón.
 
 Petronio
 
          
			 
            
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