BARRIO

 RETIRO

 PARTE 2

 

Arcón de Buenos Aires

 

 

 

 

   

 

 

 

La plaza San Martín

 

La plaza del Retiro, hasta hace poco de Marte, hoy de San Martín y antiguamente de Toros, era un punto muy concurrido los domingos y días de fiesta, en que tenían lugar las corridas de toros. Con este objeto había un circo construido de ladrillo, en el que podían acomodarse más de 10.000 personas. Tenía palcos de madera en alto y gradas en la parte baja, para toda clase de gente; la entrada costaba 15 centavos.

 

Por decreto de 4 de enero de 1822, se prohibieron las corridas de toros en la Provincia de Buenos Aires. Fue demolido el edificio y construyose con el material, los cuarteles del Retiro. Ahora, como todos saben, la plaza es un precioso recreo siempre concurrido, hermoseado por la colocación en el centro, de la estatua ecuestre del general San Martín, fundida en bronce, sobre un pedestal de mármol, y rodeado de preciosos jardines. Parte del cuartel a que nos hemos referido, fue destruido en 1865 por una explosión que hizo setenta y tantas víctimas.


Las leyes de Indias prohibían a los gobernadores adquirir bienes raíces en el territorio sometido a su mando, pero no a los vecinos amigos de los gobernadores. En virtud de la ampliación de la traza, el 6 de diciembre de 1692 la mitad de la plaza San Martín fueron adjudicadas a don Miguel de Riglos.
El plazo al que debía sujetar su mandato el gobernador Robles era de cinco años a contar desde la fecha de la asunción del cargo. El astuto Agustín Robles concibió entonces otro ingenioso ardid para levantar una casa de campo en las tierras adjudicadas a
Miguel de Riglos.


Vencido el término legal de su mandato los gobernadores estaban obligados a permanecer en el sitio durante el tiempo necesario para substanciar el juicio de residencia que debía seguirse contra todos los altos funcionarios para juzgar la conducta que habían observado en el ejercicio del gobierno.
Robles cálculo que su plazo duraría por lo menos dos años. Fue así que se dirigió al virrey del Perú, de quien dependía jerárquicamente, solicitándole permiso para construir una casa de campo en las tierras compradas por Riglos a fin de retirarse a ella después de la finalización de su mandato, todo mientras se tramitase el juicio de residencia. Robles bautizo la casa de campo con el nombre de
"EL RETIRO".

 

 

 

"El Retiro"


  La zona estuvo desolada hasta 1702. El paraje se llamo El Retiro simplemente porque ese fue el nombre con que Agustín de Robles bautizó su casa de campo, primera construcción levantada en el lugar, una opulenta mansión llamada El Retiro, que en muy poco tiempo fue convertida en Plaza de Toros. Junto a esa casa se levantó un pequeño fuerte que contaba con cañones que miraban al rio.


  Robles se instalo en su casa de El Retiro y uno de los cargos que se le formularon en el juicio de residencia fue haber construido la casa  a pesar de la prohibición legal; pero el gobernador exhibió la autorización  del virrey del Perú que provisoriamente había gestionado. Fue absuelto del cargo.
Antes de partir para España intenta vender la casa de El Retiro a los representantes de la Compañía Francesa de Guinea que habían llegado para explotar el negocio de la trata de esclavos negros. Pero Robles no logro ponerse de acuerdo con los franceses. En octubre de 1703 transfirió la propiedad de la casa a Riglos quien en lugar de vender, alquilo en el año 1704 a la Real Compañía de Guinea el mesón de El Retiro, quienes comercializaban esclavos que llegaban a Buenos Aires y la utilizaron para alojar a los esclavos.
Durante el siglo XVII los negros escaseaban en Buenos Aires.  Los entraban clandestinamente en contingentes pero marchaban al Alto Perú donde había mayor poder adquisitivo. Lo único considerable que con el establecimiento de asiento de negros en El Retiro, aumenta el numero de gente de color. 


  En 1718 el gobierno confiscó los bienes y se quedó con la casa del retiro y vendió la propiedad  a la Compañía inglesa  del Mar del Sur, que había reemplazado a la francesa  en la explotación de la trata de esclavos. La casa principal constaba de dos plantas de sólida construcción y techo de teja con 32 cuartos, algunos muy espaciosos, rodeada de una huerta y dependencias especiales como , cocheras, atahona, horno y circundada con una pared de cuatro varas de alto. A orillas del Riachuelo alquilaron a la familia Morón una estanzuela de las que se abastecían diariamente de carne, manteca y leche y algunas barracas donde albergaban parte de los negros recién llegados.

 

Una vez que los esclavos estaban reunidos en tierra, cerca del lugar del embarque y después de haber concertado con los vendedores los precios y las cantidades, se los marcaba con un hierro al rojo, para demostrar que eran propiedad del negrero o de la compañía negrera.
A los hombres se les aplicaba la marca en la espalda a la altura de los omóplatos y a las mujeres en las nalgas. 

La promiscuidad, el hedor, la falta de aire y luz, la mala alimentación, todo esto creaba el ambiente favorable para el estallido de epidemias y la propagación de toda clase de enfermedades.

 

Entre las enfermedades más comunes estaban, como se ha dicho, la viruela, la fiebre amarilla, sarna, tiña, dengue, melanuria, amebas, variadas formas de disentería bacilar, los parásitos intestinales de la anquilostomiasis, dermatosis tropical, elefantiasis, fiebres (calenturas) muy diversas, mal gálico o bubas (sífilis), mal de Luanda, escorbuto, tisis, hidropesía, gota, parótidas, lepra, disentería, gota coral, epilepsia, diarrea, oftalmía y sirigonza. La viruela y la disentería fueron las enfermedades que más víctimas causaron.

 

 El alimento se distribuía dos veces al día. La primera a media mañana, consistente en arroz, mijo o harina de maíz cocidos y a veces se la acompañaba con pedazos de carne (charqui o tasajo). Se complementaba con ñames, mandioca o plátanos. La bebida era distribuida en cazos, uno por persona. Por la tarde, antes de anochecer, se repetía la operación.

 

Los mencionados padecimientos durante los viajes de travesía pueden ser ejemplificados con la siguiente información: El buque San José, cargado en Quiloa con 349 negros, llegó a Buenos Aires con 127 vivos. Significa una pérdida del 36%; el María cargado en Mozambique con 267 esclavos, arribó con 89; Nuestra Señora de la Estrella salida con 90 esclavos de un puerto de Brasil, llegó con 66; Joaquín inició su viaje en Mozambique con 301 negros y llegó a Montevideo con 30.

 

La mala calidad del agua consumida pues provenía de las capas subterráneas o el río y era muy mal tratada en cuanto a las condiciones de hacerla potable. Era común encontrar en las calles o en los huecos o baldíos animales muertos, infinitos desperdicios, restos de innumerables materiales que al descomponerse atraían, junto con los pantanos a moscos, perros sueltos, algunos rabiosos o muy peligrosos por la agresividad constante, mosquitos y ratas, como también los enterramientos muy superficiales realizados en los jardines de las iglesias. Todo ello conspiraba para que fuera posible la propagación de enfermedades introducidas con los negros esclavos.

 

Generalmente los esclavos eran sometidos a largas y agotadoras jornadas de trabajo y recibían a cambio muy mala alimentación y asistencia. Debido a este maltrato su salud solía ser muy débil y muchos morían siendo muy jóvenes e incluso niños. Los esclavos gozaban de algunos derechos, por ejemplo: podían comprar su libertad, tener propiedades, acudir a la justicia y exigir que sus amos los vendieran en caso de maltratos. Pero, frecuentemente, estos derechos no eran respetados. Aunque la mayoría de los esclavos eran negros, también había esclavos mulatos, es decir, hijos de negra y blanco. Y aunque la gran mayoría de los negros eran esclavos, también había negros que eran libres.
 


 


   A la estación Retiro llegaron desde el interior millones de "cabecitas negras", el mote que, tomado del nombre de un pájaro argentino, descalificaba a los argentinos del interior, y que éstos asumieron orgullosamente como emblema. Pero, a la vez, el bajo de Retiro está lleno de referencias inglesas, en una de las tantas contradicciones que hacen rico el lugar.

 

La estación fue diseñada por el arquitecto Eustace Lauriston Conder, y reproduce la típica estructura ferroviaria europea. Sus bóvedas de hierro se trajeron pieza por pieza desde Liverpool.

   
En 1916, al celebrarse el centenario de la independencia, la comunidad británica en la Argentina le regaló al país la Torre de los Ingleses
, hecha enteramente con materiales ,  personal de trabajo  y ornamentos británicos.

 

 

 

 

 

 

 

El pabellón primera imagen de la izquierda y aun no existía el kavanagh - se destaca la cúpula de La Iglesia del Santísimo Sacramento, y en primer plano El Plaza Hotel. Aun hay edificaciones sobre la plaza.

 

Vista de todo el predio de Retiro- aun no existía el kavanagh-

 

 

Terreno donde luego floreció el edificio  Kavanagh-

 

Vista de la zona- En el fondo vislumbra el edificio kavanagh- Retiro hoy llegan o parten miles y miles de personas por día ya que es la cabecera de tres estaciones de Ferrocarril, de la Estación Terminal de Ómnibus y de numerosas líneas de colectivos.

 

Vista de la zona- Torre Mihanovich.

 

 

 

Pileta de natación, estaba frente a la estación del ferrocarril San Martín en Retiro.  Noviembre 1938- predio que perteneció al parque japonés.



Teniendo en cuenta que en ese mismo lugar el pueblo de Buenos Aires derrotó al ejército inglés el 5 de julio de 1807, no deja de ser paradójico que, justamente mirando hacia la Torre, se haya levantado el modesto pero emotivo Memorial a los Caídos, que bajo la llama votiva siempre encendida, rememora los nombres de los ochocientos jóvenes argentinos que los ingleses mataron durante la guerra de las Malvinas (1982).

 

 


Vista de la cortada "3 Sargentos"  en el año 1926.

Se encuentra en el barrio de Retiro, entre la avenida Córdoba y la calle Paraguay.

 

 

 

 

La plaza de Toros

 


   En sus cercanías en los extremos de la calle Florida se instaló la plaza de Toros con capacidad para 10.000 espectadores, terminada en 1801. Se ubicaba en la prolongación de la calle Santa Fé y Marcelo T. de Alvear. Su arquitectura estaba dispuesta de forma octogonal y contenía una doble galería de palcos y gradas de madera. Se asistía a espectáculos los días domingos y feriados, a ella acudía la mas alta alcurnia de la Sociedad Porteña. La Plaza de Toros fue demolida en el año 1819 para construir en aquel terreno los cuarteles de retiro, instalados en lo que hoy sería la Plaza San Martín. Su última corrida fue el 11 de noviembre de 1809. En las primeras épocas sólo tomaba parte lo mejor de la sociedad de Bs As, porque era un juego de caballeros. Pero cuando el juego cayó en desgracia, se lo dejó para los mulatos y mestizos.

 

La ceremonia de presentación fue muy interesante, al toque de clarín aparecía el alguacil quien solicitaba la llave para abrir el toril y de este modo dar lugar a la salida al ruedo del toro.

 La Plaza de Toros del Retiro era  donde hoy está la plaza San Martín, zona brava conocida como "barrio recio". La construcción circular  era un edificio de ladrillo a la vista.  Albergaba a 10.000 personas,  no era poco, en una ciudad de cuarenta y cuatro mil habitantes. Para facilitar el acceso se empedraron las calles Florida y Maipú La elite y los desplazados se miraban frente a frente, como ahora, en las tribunas. Cuando todos iban a ver los toros. Hasta que fue prohibido, en 1819, éste fue el espectáculo deportivo que apasionaba a multitudes en Buenos Aires. La última corrida de toros se hizo en 1821.

 

El retiro se va a transformar en un centro de entretenimiento para la ciudad de aquellos años. En lo que seria la extensión de las actuales calles Santa Fe y Marcelo T. De Alvear entre Esmeralda y Florida se va a construir lo que fue la más grande y famosa plaza de toros de Buenos Aires.

Las primeras lidias se hicieron en la plaza mayor, hoy Plaza de Mayo. La actividad pronto va a resultar molesta y conflictiva, ya que el entorno de la plaza era el sector mas poblado y además había desfiles, música y otros entretenimientos.

 

Este y otros motivos llevaron a que la primera plaza de toros  propiamente dicha se levantara n otro lugar de la ciudad, en la manzana formada por las calles  Belgrano, Bernardo de Irigoyen, Moreno y Lima, cercana a la Iglesia de Montserrat. De todos modos se repiten los disturbios por el amontonamiento de gente que se producía y los vecinos de la Iglesia solicitaron al Virrey  el traslado de la plaza de toros a un lugar que estuviera fuera de la ciudad. Así es como se elige El Retiro para instalar la nueva plaza de toros, inaugurada el 14 de octubre de 1801.

Esta plaza podía contener más de 10.000 personas. Era de forma octogonal, estilo morisco, con ladrillos a la vista por fuera. El interior redondo  contenía una doble galería de palcos y gradas de madera.

Para facilitar el acceso se empedraron las calles Florida y Maipú.

 

 

 

Fotografía genialmente montada por ALBERTO BOSELLI -

El Sheraton y la Torre de los Ingleses, si se hubiera construido 150 años antes. O sea, que el rio llegaba hasta la actual Av. Libertador. Las estaciones ferroviarias de Retiro también estarían en el agua. La unión de la antigua Plaza de Toros con los cuarteles, hicieron del lugar un sitio donde abundaban vendedores ambulantes, chinas cuarteleras, de esta forma el barrio adquiere el nombre de “Barrio Recio”.

 

 

 

La plaza Fuerza Aérea Argentina

 

 

La Plaza Fuerza Aérea Argentina está ubicada en el barrio de Retiro, en la Ciudad de Buenos Aires, frente a la estación Retiro. Denominada originalmente como Plaza Británica se le cambió el nombre  en 1982 tras la Guerra de las Malvinas, rindiendo homenaje hacia aquella fuerza. Se encuentra rodeada por las calles San Martín y Av. del Libertador. En ella se encuentra la Torre Monumental (antigua Torre de los Ingleses), y alberga además la estación Retiro de la línea C del Subte de Buenos Aires y frente a ella la estación de trenes de Retiro.

 

 

 

 

Pertenecen al barrio de Retito los Teatros Ateneo, Coliseo, El Globo, ex residencia de César Guerrico, el de la Casa del Teatro, en magnífico edificio art-decó, y el Teatro Nacional Cervantes, uno de los más importantes de Buenos Aires, donado por los actores españoles María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza, inaugurado en el año 1921, de los arquitectos Aranda y Repetto en estilo plateresco-español que tienen como centro la Plaza Libertad, conocida en el siglo XVIII como Hueco de Doña Engracia y servía de paradas de carretas. Vecinas están las iglesias de las Victorias, donde se casó Jorge Luis Borges, y la de San Nicolás, después del traslado desde su primitiva ubicación en el obelisco, situada en la calle santa Fe, conocida como la Gran Vía del Norte que nace en Retiro y cruza todo el barrio de Recoleta.

 

 

El Parque Japonés que se encontraba ubicado próximo a la estación de tren, dicen que en el predio donde hoy se halla el Hotel Sheraton, además de otros grandes edificios. Este parque marcó un verdadero hito en esta zona, ya que durante muchos años fué uno de los puntos de encuentros más destacados. Donde hoy se halla el Sheraton (o la torre Techint) vemos al predio del Parque Japonés, primer gran centro de atracciones electromecánicas del país. Sufrió un devastador incendio  quemándose en parte su magnífica montaña rusa de 100 mts, cuyo centro era una réplica del volcán Fujiyama.

 

 

La Iglesia del Santísimo Sacramento: San Martín 1039. Es una joya arquitectónica de estilo neogótico-romántico. Su magnífica fachada es de mármol blanco y representa al Beato Pedro Eymard junto a 2 ángeles arrodillados. En su interior vale detenerse ante el altar mayor, uno de los más grandes de Sudamérica, decorado en onix, mosaico y bronce que se apoyan en una enorme estructura de mármol blanco. Los confesionarios, púlpito y sillería del coro son exquisitas obras de artistas flamencos originarios de Brujas, Bélgica. Es un templo suntuoso, predilecto de los miembros de la alta sociedad porteña. Construida por encargo de Mercedes Castellanos de Anchorena, obra de los arquitectos franceses Coulomb y Chauvet, se terminó en 1916. Es uno de los templos más lujosamente decorados de la Ciudad de Buenos Aires

 

La primitiva compañía de gas 1860- La que proveyó de gas a los barrios fue la

"Compañía Primitiva de Gas "de origen inglés que había instalado sus usinas en Retiro, y hacia 1856 ya tenía colocados 1071 faroles. La compañía primitiva de gas dejo de funcionar como tal y cedió el terreno, ubicado frente a la estación Retiro, se transformó en La Plaza Fuerza Aérea Argentina o Plaza Británica en la que posteriormente se edifico la Torre Monumental, conocida como Torre de los Ingleses. La provisión de gas solo atendía el alumbrado de las calles y el exterior de algunos edificios principales del centro de la ciudad, la galería de la Recova, el Cabildo, o bien el Departamento de Policía. El alumbrado eléctrico recién apareció a partir del 1900. Estaba ubicada en la plaza Fuerza Aérea Argentina, funcionando hasta 1909.

 

 

 

 

El frente estilo morisco con que se decoraba la entrada

 de la gran carpa del circo Sarrasani en los terrenos de Retiro

 


La plaza Canadá


Enfrente a la estación del Ferrocarril Belgrano, en la Plaza Canadá, se alza el totem de 20 metros tallado por los indios de la tribu kwakiutl en la Columbia Británica, una reliquia casi clandestina debido a que está semioculta por el engendro de un "mercadito" atiborrado de carteles publicitarios que, junto al caos de colectivos, con vierte a este lugar de Retiro en uno de los más feos de la ciudad.

 

Colocación del primer totem- Es un poste de madera cedro tallada de 21 metros de alto. Las figuras representan distintos animales totémicos mitológicos del pueblo kwakiutis, todos dispuestos en un solo poste de madera. Los símbolos son representativos de un período antiguo, cuando los nativos kwakiutls realizaban sus ritos y ceremonias relativos al nacimiento y la muerte. Su historia está relacionada con tradiciones autóctonas de los pueblos que habitaron la zona.


 

Hacia la década del ´60 la Municipalidad de Buenos Aires nombró a la plaza ubicada frente a la Terminal Retiro como Plaza Canadá y en agradecimiento el Embajador canadiense en Argentina propuso donar un tótem realizado por indígenas artesanos de Vancouver para la plaza. En el año 1964 el Tótem fue traído vía marítima desde Canadá hasta nuestro puerto. El totem es representación de animales míticos y de ancestros que protegen a un clan. El totem de la Plaza Canadá es réplica del Clan Geeksem, de la tribu Kwakiutl. En su madera de cedro rojo, desde su extremo superior hasta su base, se suceden: el águila, el león marino, la nutria mariana y el pez (ballena) del clan. La altura del poste totémico es de 21,50 m.

 

 

La imagen que ven aquí es el segundo totem de Plaza Canadá. Este primer totem, luego de un largo deterioro, fue hace unos años retirado, digamos, con muy poco cuidado, por lo se malogró y ya no fue posible su restauración.

 

 

 

 

foto 1976 - Hotel Sheraton-ubicado frente a la plaza Fuerza Aérea Argentina,

 en la esquina con Plaza San Martín, en el barrio de Retiro.

 

Vista desde el  hotel Sheraton

 

 

Monumento a Alem

 

 

En inmediaciones de plaza San Martín, barrio de Retiro, se encuentra este monumento a Leandro N. Alem, político argentino fundador de la Unión Cívica Radical. Pertenece al escultor argentino Pedro Zonza Briano. El original monumento se levanta sobre un cimiento rocoso en distintos niveles. La figura de Alem de pie, en la posición más elevada y dos figuras femeninas, alegóricas, más abajo y por detrás.

 


En la fría y lluviosa mañana del 1 de julio de 1896 se reunió en su casa con amigos a los que había convocado de carácter urgente para hablar de temas políticos. En un momento dado interrumpió el dialogo para ingresar a buscar algo a su dormitorio, para salir al poco rato vestido con su sombrero y su tradicional poncho de vicuña en el cuello. Prometió volver en pocos minutos, y se subió a su carruaje rumbo hacia el club El Progreso. Durante el trayecto, el defensor de los desposeídos, se disparó un tiro en la sien que el cochero confundió con la detonación de cohetes que se quemaban celebrando la fiesta de San Juan y San Pedro.
En su cuerpo se encontró una nota que decía “Perdónenme el mal rato, pero he querido que mi cadáver caiga en manos amigas y no en manos extrañas, en la calle o en cualquiera otra parte”.

 

 

 

La Terminal de Ómnibus de Retiro

 

La Terminal de Ómnibus de Retiro fue construida por la firma Baiter S.A., se inauguró el 1 de mayo de 1983, y originalmente aglutinó a 58 empresas de transporte de pasajeros. Sin embargo, con la clausura de la mayor parte del sistema ferroviario de la Argentina entre 1991 y 1993, el número de compañías aumentó de forma considerable y la terminal sufrió de forma cada vez más notable la inadecuación de sus instalaciones para semejante demanda. Por ello fue remodelado en 1995, construyéndose un nuevo camino de acceso curvo, cubierto y en rampa desde la Avenida Ramos Mejía. Se ensayaron diversos planes para una nueva terminal, incluso unificándola con las tres ferroviarias, y un proyecto de los arquitectos Baudizzone, Lestard y Varas fue elegido ganador del concurso realizado en 1997, pero jamás fue concretado. La Terminal es un edificio es de una marcada horizontalidad, con casi 400 metros de extensión lineal, pero posee tres niveles y está integrado por cinco núcleos de acceso lateral (desde escaleras peatonales y desde una rampa para acceso de taxis). La planta baja está destinado a las empresas de encomiendas, también aloja un estacionamiento, oficinas administrativas y empresas de servicios urbanos. El segundo nivel es el de las plataformas, a las cuales se accede desde el volumen vertebral de la terminal, en el cual se suceden cinco núcleos compuestos por pequeños locales gastronómicos, puestos de venta de diario, comercios variados y los sanitarios. El tercer y último nivel aloja las oficinas de ventas de pasajes y una sucursal del Banco Ciudad.

 

 

Vistas


 

 

El primero de la izquierda el edificio Pirelli.

 

 

 


 

 

 Patio Bullrich
Es un antiguo edificio histórico muy tradicional, con doble entrada por la majestuosa calle Posadas 1245 o por la elegante Av. del Libertador 750, que combina plácidamente la modernidad de nuestros días ofreciendo una exquisita estética como uno de los shoppings de mayor nivel internacional.
El elegante edificio fue construido a comienzos del siglo XIX, en una época próspera en el país, para la familia Bullrich por el arquitecto Waldorp.
En sus principios fue casa de remate de toda clase de objetos de colección y se llegó hasta rematar caballos de pura sangre.
Las marcas más reconocidas nacionales e internacionales para todas las edades se encuentran en este espacioso patio, ofreciendo variados productos musicales, libros, joyas, lencería de calidad, pieles, artículos de cuero y toda clase de ropa formal e informal. Los locales comerciales abren toda la semana de 10:00 a 21:00 hs.
El edificio cuenta con seis salas de cine equipadas con alta tecnología en imagen y sonido digital. Además, cuenta con un atractivo patio de comidas como punto de reunión para deleite de todos los gustos: desde comida fast food hasta menúes de haute cuisine. Los más pequeños tienen un lugar especial con interesantes atracciones. El patio de comidas permanece abierto de lunes a viernes desde las 10:00 hs. hasta las 0:30 hs., pasada la medianoche. Los sábados y domingos el horario de cierre se extiende hasta la 1:30 hs. de la mañana.

 

IMPORTANTE

 

Barrio del Retiro o de las Catalinas


El Monasterio Santa Catalina de Siena creció en el Barrio del Retiro y el barrio con él. El barrio le debe su nombre a la Compañía de Inglaterra "Mar del Sur", asiento del Mercado de Esclavos, quien lo denominó así porque la Real Cédula que autorizaba su establecimiento estaba dictada en Madrid en el Palacio del Buen Retiro. A partir del establecimiento del monasterio, también comenzó a ser conocido como el "Barrio de las Catalinas".

Hasta principios del siglo XIX, se conformaba principalmente por casas-quintas de prestigiosas familias de Buenos Aires. En 1874, el barrio recibió un fuerte impulso comercial con la instalación de la gran empresa "Muelle de las Catalinas" en los terrenos ubicados entre Paraguay y Viamonte, donde se construyó un muelle con líneas férreas y grandes depósitos. Luego, en 1889 se levantó frente al monasterio el famoso edificio del "Bon Marché", que posteriormente fue adquirido por el ferrocarril del Pacífico y hoy está ocupado por el centro comercial Galerías Pacífico.  Asimismo, el Barrio de las Catalinas adquirió una importancia social extraordinaria después de la caída de Rosas, cuando se radicaron en la zona las principales familias de Buenos Aires que antes vivían al sur de la Plaza Mayor, en el barrio del Convento de Santo Domingo.

 

INVASIONES INGLESAS

 

En la mañana del día 5 de julio de 1807, cuando el ejército británico se dispuso a conquistar Buenos Aires, el monasterio Santa Catalina fue ocupado por tropas pertenecientes al 5º regimiento inglés. Los atacantes penetraron por la pequeña puerta del comulgatorio que comunica con el coro bajo y permanecieron en Santa Catalina hasta el día 7 del mismo mes.

Encerradas en una celda a oscuras y sin otro alimento que "…el Santísimo Cuerpo de nuestro amabilísimo Redentor Jesucristo en la comunión del día anterior…", las religiosas no fueron agredidas físicamente por los soldados. El convento sufrió un destrozo importante: ropas, camas y muebles fueron robados, rotos, o utilizados para los enfermos. El templo fue profanado; rompieron imágenes, robaron adornos y los pocos vasos sagrados que no se habían enterrado.

Tras la rendición de los ingleses el 7 de julio, Santa Catalina, como la mayoría de los conventos y varias casas de familia, se convirtió en un hospital improvisado para asistir a los heridos de ambos bandos. Durante la reforma eclesiástica impulsada por el Ministro de Gobierno Bernardino Rivadavia, en 1821, se suprimieron algunas órdenes religiosas y sus bienes pasaron al Estado. Además, se prescribieron rígidas normas para ingresar a la vida conventual, pero tanto el monasterio de las Catalinas, como el de las Capuchinas o Monasterio de Santa Clara, no formaron parte de la reforma y fueron respetados.

 

 

"Esta ciudad que yo creí mi pasado
es mi porvenir, mi presente;
los años que he vivido en Europa son ilusorios,
yo estaba siempre (y estaré) en Buenos Aires" .


(J.L. Borges)

 

 

 

 

  Desde el año 1944 hasta el 1984 el escritor argentino José Luis Borges vivió en esa zona, una placa lo recuerda en Maipú 994- piso 6.

 

 La Plaza Fuerza Aérea Argentina está ubicada en el barrio de Retiro, en la Ciudad de Buenos Aires. Denominada originalmente como Plaza Británica se le cambió el nombre a la actual tras la Guerra de las Malvinas, rindiendo homenaje hacia aquella fuerza. Se encuentra rodeada por las calles San Martín y Av. del Libertador. En ella se encuentra la Torre Monumental (antigua Torre de los Ingleses), y alberga además la estación Retiro de la línea C del Subte de Buenos Aires y frente a ella la estación de trenes de Retiro.

 

  Sobre Esmeralda 1212  esta la sede de la Cancillería. En el predio existía una quinta que pertenecía a Leonardo Pereyra Iraola. Este murió en 1943. En la casa quedaron tres de sus hijos con su madre, María Teresa, y las familias de dos de ellos. El jardín se había reducido, y el número de personas a la mesa también, aunque allí nunca se perdió un peculiar estilo de intimidad compartida. Uno de sus nietos menores, también Leonardo, ha trabajado como ingeniero en los últimos tramos de construcción del edificio proyectado por los arquitectos Natan Aizenstat, Carlos Rajlin, Carlos Dodero y Mónica Levingston. Cambiaron los tiempos, y la propiedad fue vendida en 1968, la casa desmantelada y demolida unos años después.

 

El Riachuelo desembocaba antiguamente en las proximidades de Retiro. En la época de la llegada de los españoles la boca había retrocedido hasta Paseo Colón y Humberto 1º, San Telmo. Hacia fines del siglo XVIII se formó una nueva desembocadura, la actual, conocida como “boca del trajinista”. La fisonomía del Riachuelo cambió con la construcción del puerto de la Boca en la década de 1880.

 

 

 

 

 

 

 

       
           


 

Todas las imágenes e información aquí publicados han sido obtenidas de Internet, todas pertenecen a sus creadores. Si en algún momento algún autor, marca, etc. no desean que estén aquí expuestas, solicitamos que nos contacten para poder tomar las medidas oportunas. Si alguno de sus autores desea que su material sea retirado agradecemos que lo comunique ya que no pretendemos aprovecharnos de sus trabajos, solo darlos a conocer en forma de cultura y sin fines de lucro. Gracias