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 En ella se levantaron los 
edificios más modernos de la época de una altura máxima de 24 mts. Solo el 
Pasaje Barolo  fue la excepción. Se 
expusieron multitud de estilos y con adelantos técnicos, como ascensores y 
estructuras de acero, que permitían alcanzar alturas insólitas para una ciudad 
empecinada en dejar atrás el chato perfil poscolonial. 
  
Hacia fines de siglo la plaza sufrió otra profunda 
remodelación por obra del ingeniero 
Carlos Thays quien 
trasplantó algunas de las palmeras llevándolas al 
Parque 3 de Febrero y a su vez trajo de éste 
algunos árboles plátanos. Renovó los canteros, placas y rejas; y creo los 
caminos en cruz. Para este entonces ya se había inaugurado el alumbrado 
eléctrico. 
  
  
  
  
Foto del día de la inauguración 
oficial de la Avenida de Mayo, el 9 de julio de 1894. 
 Fue inaugurada 
parcialmente tras ordenar el intendente Torcuato de Alvear el derribo de las 
manzanas comprendidas entre las calles Rivadavia e Hipólito Yrigoyen siguiendo 
las directrices utilizadas por el barón Haussman en París. Se levantaron en la misma edificios que imitaban la 
arquitectura francesa del momento, incorporándose a inicios del siglo XX 
excelentes exponentes del art nouveau. 
La avenida igualmente había comenzado a 
abrirse el 25 de mayo de 1888, cuando empezaron a demolerse o recortarse las 
primeras edificaciones, para dar lugar a la nueva arteria; ya para 1889-1890 su 
primer tramo estaba abierto a la circulación de vehículos, pero carecía de 
fachadas y presentaba simplemente muros de los edificios recortados y tapiados y 
unos pocos en construcción. 
  
  
 La avenida fue completamente finalizada en 1894 y 
oficialmente inaugurada el 9 de julio de aquel mismo año en una gran ceremonia. 
Estuvo presente en la ceremonia el intendente Federico Pinedo, sucesor de 
Torcuato de Alvear, ideólogo de la obra y quien había fallecido en 1890. El día 
anterior se realizó una procesión con 500 antorchas y el día de la inauguración se 
prendieron fuegos artificiales en la plaza Lorea, ubicada al oeste del comienzo 
de la avenida.  
  
  
  
Imagen poco conocida de la Avenida 
de Mayo en construcción. La foto es de alrededor del año 1891, y fue tomada en 
el primer tramo de la Avenida de Mayo, entre las calles Bolívar y Perú. 
En la esquina de Perú se puede apreciar el edificio en construcción (aún 
existente) que poco después sería parte de la Casa Gath & Chaves y donde se 
encuentra desde 1954 el Bar London City. 
Las aguas 
hervidas eran arrojadas a las calles. El farolero hacia su recorrida para 
encender los faroles al caer la tarde y a la madrugada los apagaba. Los faroles 
eran de carburo y velas y las luces eran alimentadas a cebo. 
  
  
  
Otra imagen poco conocida de la 
Avenida de Mayo en construcción. La foto es de alrededor del año 1890, y fue 
tomada en el primer tramo de la Avenida de Mayo, entre las calles Bolívar y 
Perú. En la foto se puede apreciar el edificio "recortado" de Bolívar y Avenida 
de Mayo, donde se encontraba la Jefatura de Policía y en su segunda planta 
funcionaba desde hacía 30 años el gobierno de la municipalidad de Buenos Aires. 
También se puede ver que el edificio contaba con un patio central rodeado de 
galerías con arcos. El 30 de noviembre de 1890 comenzó la construcción del nuevo 
Palacio Municipal, que es el mismo edificio que hoy alberga a la Jefatura de 
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires; el 31 de diciembre de 1890 se colocó la 
piedra fundamental y en marzo de 1893 se inauguró. También se puede ver que las 
edificaciones que fueron "recortadas" para dar paso a la nueva avenida fueron 
tapiadas, dando un aspecto temporal bastante desagradable y gris a la nueva 
arteria en algunas partes, ya que era recorrida por largos muros improvisados y 
sin ventanas. Pero eso duraría poco tiempo, ya que pronto comenzarían a 
construirse los bellos edificios y palacios que adornarían al nuevo bulevar con 
sus distinguidas fachadas. 
  
  
  
  
      haga 
click en la imagen para ampliar  
 (varias
    fotografías) 
  
  
  
	
  
	
Avenida de Mayo en 1896 a un año 
de su inauguración. 
	  
  
  
   
  La calle 25 de Mayo parte 
del extremo nordeste de la Plaza de Mayo y llega hasta la Avenida Córdoba, donde 
se une con la Avenida Leandro N. Alem. Es virtualmente la prolongación de la 
calle Balcarce y tiene tránsito vehicular en sentido norte - sur. 
  
  
Tardó 15 años en concluirse, siendo la primera 
avenida de Buenos Aires con formada enteramente por edificios altos, construidos 
mayoritariamente como departamentos para alquilar. 
A partir del día de la inauguración de Avenida de Mayo, la zona se pobló de 
importantes edificios, comercios, empresas, entre las que podemos nombrar los 
diarios La Prensa, Crítica, La Opinión, entre otros; el teatro Avenida, el 
Odeón, cine Gloria y cafés tales como el Tortoni, Puerta del Sol, del Pecado, 
etc. 
  
  
  
AVENIDA DE MAYO Y PERÚ- El edificio de 
la esquina primero fue la tienda *La Positiva*, después hubo una tienda llamada 
*Coloso*, que se encargó de arruinar el edificio, así que 
cuando lo demolieron en los '60 ya valía poco y nada. Dos lotes atrás, el Club 
del Progreso. 
  
  
		   
El edificio del 
Club del Progreso, el 
segundo de la derecha. 
 
Debajo de esta avenida circula el 
primer subterráneo 
(metro) que hubo en el Hemisferio Sur. 
 
Está considerada como la calle de la 
colectividad española por haber regentado principalmente inmigrantes de aquel 
país sus numerosos y variados establecimientos comerciales.
  
                      
  
      El club del Progreso 
  
 Se crea por idea de Diego de 
Alvear, después de Caseros. Entre 
sus miembros podemos mencionar a Bartolomé Mitre, Julio Argentino Roca, Domingo 
Faustino Sarmiento, Leandro N. Alem, Adolfo Alsina, Carlos Pellegrini, Lucio V. 
Mansilla, Dalmacio Vélez Sarsfield, Victorino de la Plaza, Roque y Luis Sáenz 
Peña, Miguel Cané, Vicente Quesada, etc. El club tuvo cuatro sedes. Una sede inicial ubicada en la calle 
Perú 135 y otra (a partir de 1857) un edificio renacentista sito en la esquina 
de Perú y Victoria (actual 
Hipólito Yrigoyen), 
que termina por ser demolido. Finalmente, cuando el Club se encuentra en su 
apogeo (año 1900 aproximadamente) se inaugura su palacio de la Avenida de Mayo 
633. Su decadencia 
comienza con el auge del Jockey Club, cuando debe abandonar ese lujoso 
establecimiento para reducirse a un edificio más modesto en la Sarmiento 1300 
donde sobrevive hasta la actualidad. 
  
        
  
  
  
  
  
   
Avenida al 
600, primer edificio de la izquierda fue originalmente  
el palacio 
del Club del Progreso del constructor Agote. 
  
AVENIDA DE MAYO & PERÚ. 
Antigua Casa Tagini, hoy Farmacity. 
  
  
                      
  
	
		
			| 
 
Tienda Gath y Chaves 
  
  
  
  
AVENIDA DE MAYO Y PERÚ- Se ve el edificio de la esquina izquierda es la tienda 
*La Positiva.  
La 
edificación de la derecha fue la tienda Gath y Chaves. La cúpula 
que se ve en el fondo con una figura era un edificio del 
arquitecto Juan Augusto Plou 
Ex Grand Hotel y después "Palacio  
de las Sociedades Anónimas". Posteriormente a 
la tienda *La Positiva*, hubo una tienda llamada 
*Coloso*, que se encargó de planchar la fachada y arruinar el edificio, así que 
cuando lo demolieron en los '60 ya valía poco y nada. 
Juan Augusto 
Plou también construyó el Hotel de Londres, donde ahora está la AFIP- 
  
  
  
	
		
			
			
			
			Este edificio fue uno de los primeros de la Avenida de Mayo, y fue 
			terminado hacia 
			
			
			1890. 
			Lo proyectó el arquitecto 
			
			
			Edwin Merry 
			para la familia Ortiz Basualdo, y en sus comienzos alojó a la 
			Sastrería Schwartz. 
			
			
			Pero en 
			
			
			1910 
			fue adquirido por la 
			Tienda Gath y Chaves, que encargó al arquitecto 
			Salvador Mirate una reforma completa y ampliación hacia la calle 
			Rivadavia, con uso de materiales como el hierro y el vidrio en la 
			fachada, característicos del 
			
			
			art nouveau, 
			y una gran cúpula. En 
			
			
			1954 
			se instaló en la planta baja la clásica confitería London City, que 
			permanece allí desde entonces.   
  
			
			
			   
			
			
			La continuación de la 
			calle Florida al sur de la Avenida Rivadavia es la calle Perú. 
			  
			  
    
  
Vemos la 
esquina de Av. de Mayo y Perú luego de las reformas, tal como lucía meses antes 
de los fastos del Centenario de 1910. 
A su lado, el flamante edificio de La Prensa, inaugurado hacía apenas 12 años 
atrás. 
			   
	 
 
  
   
			
En esta esquina se 
encuentra el edificio de la tienda 
			
 Gath y Chaves y 
a continuación el *diario La Prensa*. 
En 
1922, 
Gath y Chaves se fusionó con 
Harrods Buenos Aires. 
			   | 
		 
	 
 
  
  
  
La ubicación del diario *LA PRENSA* era 
privilegiada, lindera con el Palacio Municipal y a escasos metros de la Plaza de 
Mayo. En ese entonces otros diarios también tenían sus oficinas en la zona. En 
el primer piso, además de la dirección y la redacción, se ubicaba un amplio 
salón de conferencias y fiestas.   
  
  
  
	
  
	
Avenida de Mayo vivió el recambio 
lento del pasar de carruajes de caballos al automóvil.  
	
Al fondo, la cúpula de la 
tienda 
A la ciudad de Londres, 
fundada desde 1878 e incendiada en 1910 y reemplazada rápidamente por 
un edificio muy bonito. Surgió en la calle Florida en 1872 con el nombre *Los 
Salones Argentinos*, solo con 7 empleados. Fue considerada una de las tiendas 
mas elegantes de Buenos Aires. Luego del incendio se traslada a Corrientes y 
Pellegrini, frente al obelisco, 
	que fue expropiado en 1936 para el ensanche de Corrientes. Al final, la 
	tienda cerró, se fundió. 
  
  
  
  
  
  
La Avenida 
de Mayo es el emblema de Monserrat. Se inaugura justo en época de 
inmigración y auge económico.- Dos puntos en los extremos le dan jerarquía, al 
Este, en Plaza de Mayo, la Casa de Gobierno y al Oeste, en la Plaza  
Congreso, el palacio legislativo. De un kilómetro escaso de longitud, la Avenida de Mayo comunica la Casa de 
Gobierno con el Palacio del Congreso, sedes del ejecutivo y el legislativo. En 
la foto bien a la izquierda se ve una construcción perteneciente al cabildo. 
  
  
  
    
Avenida de Mayo 
y Bolívar.- 1910-  
El 
trazado de la avenida abarcaba 30 metros en el centro de las manzanas entre Rivadavia y 
Victoria (Hipólito Irigoyen) entre las Plazas de Mayo y Lorea. A los 
propietarios de los 172 inmuebles afectados por la obra, se les adquirieron los terrenos, algunos mediante expropiaciones, ofreciendo exoneración de 
impuestos y nuevos frentes sobre la Avenida a construir.  
  
  
  
Foto del año 1912 de Avenida 
de Mayo y Bolívar. A la izquierda se encuentra parte del edificio del Cabildo y a la 
derecha la municipalidad (hoy Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires) 
y el edificio del diario La Prensa (hoy Casa de la Cultura). Al fondo se ve el 
Congreso. Bien a la derecha vislumbra un quiosco típico de la época.  
  
  
  
  
Avenida de Mayo viendo hacia el 
Oeste. Mismo lugar que la foto superior. 
  Puede notarse la ausencia de las bocas de subte. 
Algunas hermosas cúpulas resaltan.  
  
  
  
  
  
  
Desfile avenida de Mayo 1910, por el festejo del centenario. 
(dónde se observa que 
todavía no había sido construido el 
palacio Barolo). 
  
  
  
Av Mayo año 1915. En el fondo 
vislumbra el Congreso de la Nación. 
 En
1903 la ciudad tenía 
895.381 habitantes, existiendo 4.791 coches y 60 automóviles, mientras que en
1913 
vivían 1.457.885 habitantes, existiendo 6.211 coches y 7.438 automóviles. Los 
primeros taxis (cafeteras) introducidos en 1914 comienzan a multiplicarse en 
1916 aunque en muy pequeña escala.  
  
  
  
  
  
A partir de 1870 se organizaron 
corsos con desfiles de carruajes, comparsas y mascaras. En el año 1900 se autorizó el 
corso en la Av. de Mayo desde la calle Bolívar hasta Lorea. Por el paseo 
circulaban 4 filas de carruajes, 2 en un sentido y otras 2 en el opuesto. 
Para los festejos, se instalaban arcos luminosos decorativos, que cruzaban las 
Avenidas de Mayo y Rivadavia sobre el eje de las calzadas y se armaban 
plataformas para los palcos con ornamentaciones desde los cuales se presenciaban 
los desfiles de carrozas y murgas. Las fotografías corresponden a 1925. año en 
el que se instalaron aproximadamente 100.000 lámparas como artísticas 
guirnaldas, 4000 cartelones decorativos y 500 panderetas colgantes, a lo ancho 
de la Avenida y 50 mascarones gigantes sobre los palcos centrales. Los corsos en 
la Avenida de Mayo continuaron hasta 1970. También se organizaban bailes de 
carnaval en el Club del Progreso. También los salones del Palacio La prensa y el 
teatro Avenida se abrian para estos festejos.  
  
  
  
  
En el año 1930-En la ciudad de Buenos Aires se cambió la mano de las 
calles y el recorrido de tranvías, ómnibus y colectivos, y hubo que adaptar las 
señalizaciones. También se redujeron las velocidades 
máximas vigentes. Y se obligó a los vehículos a llevar un cartel en su parte 
trasera con una flecha apuntando a la izquierda. Así se indicaba por dónde 
debían adelantarse los que circulaban detrás. 
En efecto, en la primera década del siglo XX el tráfico vial en Buenos Aires 
aumentó en forma significativa y era necesaria la creación de nuevas formas de 
transporte masivo. 
  
  
  
  
 
 La Avenida de Mayo como típico boulevard de origen francés 
estaba caracterizado por tener plazoletas centrales. 
observen la cantidad de majestuosas cúpulas hoy varias desaparecidas. Hacia 1900 Buenos Aires era una de las doce capitales del mundo con la mejor 
arquitectura. También era la tercera ciudad en cuanto a crecimiento detrás de 
Hamburgo, Alemania y Chicago. 
  
  
   
 
Hasta el 10 de junio de 1945, el volante de los vehículos estaba a la derecha y 
se circulaba por la izquierda, como en Gran Bretaña. Pero ese día empezó a regir 
un decreto nacional que obligó a los habitantes de todo el país a manejar por la 
derecha. Una de las motivaciones fue intentar reducir la cantidad de accidentes.  
  
  
  
Cuando 
en 1968 se estableció la circulación de mano única para la Avenida de Mayo, se 
le construyó una curva en su tramo final, desde Sáenz Peña hacia el norte, para 
unirla desde entonces con la avenida Rivadavia, separando dicha curva el sector 
noreste de la Plaza Lorea con el sudoeste, al cual se lo llamó Plaza Mariano 
Moreno, en honor al  
patriota argentino que 
era honrado en dicho sitio y desde el año del centenario de la 
Revolución de Mayo con 
una escultura del español 
Miguel Blay 
que aún se mantiene.  
  
	
	
	El tranvía eléctrico amplia su red y extiende sus ramales en las mismas 
direcciones del ferrocarril hasta los barrios mas alejados del centro como 
Parque Saavedra, Villa Urquiza, Villa Devoto, Liniers, Mataderos, Boca, Barracas 
y Avellaneda. 
  
  
   
 Inicialmente separaban las 
2 manos del tránsito, luego se instalaron faroles de alumbrado público. Eran 3 
refugios de 1,50 m x 3 metros en el eje de cada cuadra. Después en 1912 
sirvieron para colocar las bocas de ventilación del primer  
Subterráneo 
del 
hemisferio sur, para que no entrara al túnel, el agua que escurría por la 
calzada. En la foto se ve el Palacio Barolo y en frente un quiosco típico de 
aquellos tiempos.  
  
  
  
  
Copiando las ideas de París, tenía 
en algunas esquinas sótanos en donde se guardaban los instrumentos de limpieza; 
y a ambos lados sendos túneles que aún existen —pero arruinados y sin uso— a un 
metro y medio por debajo de la línea de edificación, que transportaban las 
cañerías de agua corriente, gas y cables. Corrían en forma paralela a las 
fachadas, midiendo 2,30 por 1,23 metros en el interior abovedado, pasando por 
debajo de ellos la cañería de desagüe pluvial: todo esto dejaba un área libre 
entre la estructura y los cimientos de los edificios, que quedó para el 
propietario y que aún hoy muchos la siguen utilizando. Los túneles, que podrían 
utilizarse para lo que fueron pensados (un sistema que haría menos caro el costo 
de los arreglos en algún servicio), han sido sin embargo sistemáticamente 
destruidos.  
  
Desde 1893 hasta 1923 funcionaron, imitando a Londres, mingitorios debajo de la 
avenida, en las esquinas y al centro de la calzada. 
Eran 3 refugios de 1,50 m x 3 metros en el eje de cada 
cuadra. Después en 1912 sirvieron para colocar las bocas de ventilación del 
primer 
Subterráneo  del hemisferio sur, para que no 
entrara al túnel, el agua que escurría por la calzada.
 
  
  
  
  
    
      | 
 
  
  
 
  
  
   
 
          
			 año 1918- 
Esta avenida partía desde plaza de 
Mayo en dirección al oeste 
 y tenia la extensión de 1 km. 
 
  
  
  
  
    
     imagen desde el mismo punto que la fotografía anterior- 
 
    
     Claramente se ve el Ayer y el Hoy 
  
  
       | 
     
   
  
 
  
  
   
    
     
 Esta 
imagen es de  1925 
        
En Av de Mayo 560, se 
encuentra el 
        
        
Pasaje 
Roverano, 
no deje de observar en la esquina la 
        
        
estación de 
subterráneo Perú  
por su ambientación 
de época. 
En 
la esquina noreste con Perú, se encuentra un edificio en estilo Liberty, donde 
se destaca el predominio del aventanamiento sobre al muro, el diseño de sus 
líneas, las esquinas curvas junto a la cúpula y el remate escalonado. En la 
planta baja está el Bar London City, tradicional de Buenos Aires y lugar elegido 
por Julio Cortázar para escenas de su novela Los Premios. En el N°676 se 
encuentra el "restaurante Pedemonte", fundado en 1890, originalmente en Rivadavia 
al 600, cuya decoración se mantuvo intacta cuando se lo trasladó, hace una 
década, a su actual emplazamiento.  
  
  
  
  
Jamás fue recorrida por 
tranvías 
  
Por pedido de los 
propietarios de los inmuebles la avenida jamás fue recorrida por tranvías, pero 
por debajo de ella circularían como hasta hoy tanto un subte como un tren. En 
efecto, en la primera década del siglo XX el tráfico vial en Buenos Aires 
aumentó en forma significativa y era necesaria la creación de nuevas formas de 
transporte masivo. El Congreso Nacional, en 1909, entregó la concesión al 
Ferrocarril del Oeste (FCO) para construir un subterráneo de carga de doble vía 
que uniera la vía principal del Ferrocarril del Oeste (actualmente Ferrocarril 
Domingo F. Sarmiento) en las cercanías de la calle Sadi Carnot (actualmente 
Mario Bravo) con el puerto. 
  
 Pero el 28 de diciembre de ese mismo año la 
Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires entregó una concesión a la Compañía 
de Tranvías Anglo Argentina (CTAA), que explotaba el 80% del sistema de 
tranvías, para construir un subterráneo de pasajeros. El proyecto incluía en su 
trazado el tramo Plaza de Mayo-Plaza Miserere, por debajo de la Avenida de Mayo, 
que había sido concedido al ferrocarril. Tras un litigio, se acordó que el 
Ferrocarril del Oeste construyera la línea para cargas pero de una sola vía y a 
una profundidad que permitiera el paso de la línea de pasajeros que construiría 
CTAA en un plano superior. De esta forma el 15 de septiembre de 1911 comenzó la 
construcción de la línea de subte Anglo Argentina, llamada Línea A a partir de 
1939. El tramo Plaza de Mayo–Plaza Miserere fue inaugurado el 1 de diciembre de 
1913.
De manera que tanto el tren, que hoy es de pasajeros, como el subte, circulan 
por debajo de la avenida, si bien el primero no es visible ni puede accederse 
desde ella. 
  
  
  
  
  
  
  
    
      |   
         
  
      
      
      
      Municipalidad 
      de Buenos Aires 
		
        
		
      Sede de Gobierno de la 
		Ciudad de Buenos Aires 
		
       
		 
		El intendente 
		porteño que más tiempo uso las instalaciones fue Osvaldo Cacciatore, ya 
		que gobernó por 6 años (entre el año 1976 y el 1982), esto paso durante 
		plena dictadura militar. En el Salón Blanco de la actual sede de 
		gobierno podemos ver una pintura realizada por José Moreno Carbonero en 
		la que se ve representada la fundación de la ciudad. En ella Juan de 
		Garay se encuentra tomando posesión del territorio en nombre de la 
		Corona. La pintura fue donada a la municipalidad por el Rey Alfonso Sien 
		el año1910 como obsequio por el Centenario de Mayo. La obra fue 
		criticada por varios historiadores de la época, entre los que se 
		encontraba Martiniano Leguizamon. El decía que la imagen del Río de la 
		Plata y el aspecto de Garay no eran verdaderos. Por tal motivo Carbonero 
		pinto una segunda versión en laque se agregaron las modificaciones 
		necesarias. Además se obsequio una copia de Fundación de Buenos Aires al 
		edificio del ayuntamiento de Málaga (su ciudad natal) y desde el año 
		1927 este cuadro decoro el reverso del billete español de 50 pesos. 
		 
		Para poder construir la Sede municipal fueron empleados materiales de la 
		residencia Zuberbühler que había sido demolida para poder así abrir la 
		avenida de Mayo (entre los años 1888 y 1894). En el hall principal de la 
		edificación se ve una placa en la que se menciona a la Virgen del Buen 
		Ayre que fue obsequiada por la Infanta Isabel en la visita que realizo a 
		la Argentina en el año 1910 para los festejos del Centenario. 
        
      
  
  
avenida de Mayo y 
Bolívar 
        
		Al costado del Palacio 
		Municipal esta la Casa de la Cultura (ex diario La Prensa) 
		En el edificio 
		ubicado en Bolívar 1 se encontraba un solar en el que vivía un famoso 
		traficante de esclavos de la época llamado Pedro Duval. En el año 1818 
		fueron expropiadas esas tierras y entregadas al General San Martín pos 
		los servicios que este había dado a su patria, pero no pudo ocuparlas ya 
		que se encontraba viviendo en Chile. La casa fue alquilada y la 
		vendieron en el año 1825. Al lado del palacio Municipal 
		se avista la tienda "A la ciudad de Londres" 
		
		
		
		 con sus toldos. 
		 
		 
		
		  
		   | 
     
   
  
 
  
  
  
En 
la esquina se observa la Compañía de seguros La Sud América. 
  
  
  
  
  
Luego de la epidemia de la fiebre amarilla por 
ese entonces, dado el valor que adquirió el barrio, 
muchos palacetes 
fueron convertidos en verdaderos "conventillos", 
vivienda social improvisada sobre las antiguas casonas de la aristocracia 
porteña donde cada habitación era ocupada por una familia.  
De 
esta forma, los propietarios obtenían suculentas ganancias con el alquiler de 
cuartos donde cientos de italianos, españoles, polacos y pobres inmigrantes de 
todo el mundo, iniciaban la dura tarea de hacerse de un espacio en la República 
Argentina.   
  
  
  
  
En el fondo vislumbra el 
Palacio Barolo que llegó a 
temerse su caída cuando, en 1922, aparecieron algunas fisuras en su cúpula, 
fisuras que por cierto siguen estando y no afectan su sólida y atrevida 
estructura. Albergó acontecimientos significativos, tal como el resultado de la 
pelea Firpo - Dempsey, en 1923, cuando miles de porteños se enteraron de las 
alternativas del combate frente a este torre. 
Desesperado por conservar las 
cenizas del famoso  
Dante Alighieri, 
quiso construir un edificio inspirado en la obra del poeta, "la divina Comedia". 
En primer plano la primera edificación es La Inmobiliaria. 
  
  
  
  
Av. de Mayo y Chacabuco "Edificio La Rosario"/Arquitecto Edwin Merry, 
un arquitecto británico que trabajó principalmente en la ciudad de Buenos Aires 
y sus alrededores a fines del siglo XIX. Un edificio de renta, ocupado 
históricamente por la Compañía de Seguros “La Rosario”, luego “La Buenos Aires”. 
Fue demolido en la década de 1980 para construir la Torre La Buenos Aires. 
  
  
  
  
Al lado 
del 
Edificio *La Rosario* funcionaba 
del diario 
La Prensa y el Banco Roberts  
demolió ambos edificios en los '80 para levantar su 
torre. En la planta baja se abrió el Café Madrid, y más tarde el Café La 
Victoria. En el terreno contiguo sobre la avenida, se terminó en 1929 el 
edificio del diario La Razón, proyectado por el arquitecto Carlos Nordmann. La 
aseguradora La Rosario, y otra llamada La Buenos Aires fueron adquiridas en 1919 
por Leng, Roberts y Compañía. En 1976 La Rosario adquirió el local sobre la 
calle Chacabuco, y La Buenos Aires el de la esquina de Rivadavia. Formaron una 
sociedad con el diario La Razón, que en 1976 terminó de mudarse a un nuevo 
edificio en el barrio de Barracas, y con la constructora Christiani, Nielsen y 
Compañía, para levantar una torre sobre los 4 terrenos que poseían. Con la 
quiebra de la constructora, La Rosario y La Buenos Aires pudieron adquirir en 
1983 el terreno que le había pertenecido. 
  
  
  
  
En su lugar se levanto esta 
torre ("La 
Torre La Buenos Aires" ), 
que fue proyectada por el estudio Sánchez Elía - Peralta Ramos (SEPRA), y 
construida entre 1984 y 1987 por Obras Civiles S.A.. Se inauguró en mayo de 1987 
y alojó en sus oficinas a todas las compañías de Leng Roberts Seguros S.A., 
además de una sucursal del Banco Roberts en la planta baja. Posteriormente fue 
sede central del banco HSBC en la Argentina, que absorbió al Roberts en 1997,1 y 
abandonó la torre en 2009. También es sede de la Embajada de Israel en la 
Argentina, luego del atentado terrorista que destruyó su edificio original en 
Suipacha y Arroyo en 1992. 
Es la edificación más alta de la avenida, superando a los Edificios Galicia y al 
Palacio Barolo. "La Torre La Buenos Aires" consta de 3 subsuelos destinados a 
estacionamiento para 145 automóviles, planta baja de acceso y 30 pisos (28 
destinados a oficinas y la sala de máquinas en el coronamiento). De los 2.000 m² 
que mide el terreno, el 45% está liberado y gran parte está destinada a una 
plaza pública con árboles, que se encuentra sin embargo cerrada luego de los 
incidentes de diciembre de 2001. 
  
  
  
        El subte 
  
	
		
			
			La línea A del 
			
			subte de Buenos Aires 
			fue abierta al público en diciembre 
			de 
			
			1913, 
			convirtiéndose así en la primera de toda 
			
			América Latina 
			y el 
			
			hemisferio sur. 
			Se extiende a lo largo de 10,7 
			
			km entre
			
			
			Plaza de Mayo 
			y 
			
			Carabobo y 
			circula por debajo de la totalidad de la 
			
			Avenida de Mayo 
			y parte de la 
			
			Avenida Rivadavia, 
			siendo utilizada por 216.000 personas al día.  
			
			  
   
    
     
  
			
			
    		
			
    		 
			Avanzan las excavaciones en la avenida para la primera línea de 
			subterráneos. El túnel para el recorrido mide 7035 metros. A la 
			derecha el frente del café Tortoni.  
  
  
  
Subte - 
Construcción de la línea A (1912). 
La primera línea del subterráneo 
fue inaugurada el 1 de diciembre de 1913 y fue construida por la Compañía de 
Tranvías Anglo Argentina, que había recibido la concesión en 1909. Esa línea 
estaba constituida por uno de los actuales tramos de la línea A, que unía las 
estaciones de Plaza de Mayo y Plaza Miserere. El 1 de abril de 1914 se amplió la 
línea hasta la estación Río de Janeiro y el 1 de julio se extendió hasta la 
estación Primera Junta.  
			
  
			
El presidente 
Victorino de la Plaza 
inaugurando la 
Línea A-La red está conformada 
			actualmente por seis líneas denominadas con letras —de la A a la E y 
			la H— e identificadas con colores, que suponen unos 52,3 km de vías. 
			La totalidad de la red es subterránea, no existiendo tramo alguno a 
			nivel o en viaducto. 
			
  
			
  
			
			
  
			
Construcción del Subte 
(Metro) (1912) Con una excavadora, los obreros avanzan en los trabajos de la 
línea A. las obras comenzaron en septiembre de 1911 y fueron a cielo abierto.  
			
  
			
			  
			
			
  
			
			Las obras de la que fuera primera línea de subterráneos de la ciudad 
			de Buenos Aires, la línea A, comenzaron el 15 de septiembre de 1911 
			bajo la presidencia de Roque S. Peña. La misma discurre entre las 
			estaciones de Plaza de Mayo y Primera Junta, esta última en el 
			barrio de Caballito. La foto refleja los trabajos que se 
			desarrollaron a cielo abierto en la Plaza de Mayo durante la primera 
			etapa de su construcción que abarcaría hasta la Plaza Miserere. 
			Realizado por la empresa "Compañía de Tranvías Anglo Argentina", 
			este primer tramo sería inaugurado en diciembre de 1913. Al fondo se 
			observa la Intendencia Municipal y el Edificio de la Prensa.  
			  
			  
			
  
			
			La estación 
			
			Carabobo hace 
			las veces de terminal temporaria de la línea, ya que se encuentran 
			en construcción dos estaciones más que extenderán el recorrido de la 
			línea hacia el oeste. Ellas son 
			
			Flores y
			
			
			Nazca que una 
			vez terminada será la terminal definitiva de la línea. La línea 
			sigue manteniendo sus coches antiguos 
			
			La Brugeoise 
			de origen belga y construidos durante la década de 
			
			1910- 
			
			  
			
			  
			
			  
			
			  
			
			  
			
			  
			  
  
			 
	 
 
  
	
		
			
  
			
			La primera de las líneas, en su etapa inicial (Plaza de Mayo - Plaza 
			Once), comenzó el 11 de setiembre de 1911 y se inauguró sólo con 5 
			meses de retraso, el 1 de diciembre de 1913. El segundo tramo (Once 
			- Caballito), se abrió al público el 1 de julio de 1914. 
			  
			  
  
			
			Misma vista fotografía superior - pocos cambios en las fachadas. Las 
			cúpulas pertenecen al edificio de la Municipalidad.   
	 
 
  
  
Edificio Pasaje Barolo 
  
Avenida de Mayo 1370 
 
 
El Palacio Barolo fue 
construido por el arquitecto italiano Mario Palanti para Luis Barolo, un 
poderoso empresario textil. Inaugurado en 1923, fue el edificio más alto de la 
ciudad de Buenos Aires hasta la construcción del Kavanagh en 1935. Cada piso 
tiene un diseño distinto y la cúpula central está a la altura de un piso 24. 
Desde hace muchos años, es un edificio de oficinas. En su cúpula hay un faro de 
300.000 bujías que se usaba para difundir noticias. Palanti era un estudioso del 
Dante Alighieri; el edificio, de estilo neogótico romántico, está lleno de 
analogías y referencias a la Divina Comedia. 
  
  
  
La planta del edificio 
está construida en base a la sección áurea y al número de oro. Como la Comedia, 
el Palacio está dividido en tres partes: Infierno, Purgatorio y Cielo. El faro 
representa los nueve coros angelicales. La altura del edificio es de cien metros 
y 100 son los cantos de la Divina Comedia. Sobre el faro está la constelación de 
la Cruz del Sur, que se ve alineada con el eje del Barolo en los primeros días 
de junio a las 19:45. En primer plano la cuadra de Sáenz Peña y San José, la 
esquina era ocupada por la Singer Sewing Machinoe Co. vecina al palacio Barolo. 
El Palacio Salvo, en Montevideo, es hermano gemelo del Barolo 
		  
 
  
  
  
En primer plano la cuadra de Sáenz 
Peña y San José,  
la esquina era ocupada por la Singer Sewing Machinoe Co. vecina al palacio Barolo. 
  
  
  
  
      Edificio La Inmobiliaria 
  
      
      (ex  Palacio Heinlein) 
      Avenida de Mayo al 1400 
      (entre San José y Luis S. Peña) 
  
El edificio lleva el nombre de 
su primer propietario, una compañía de seguros. La obra es de 1910 y fue 
proyectada por Luis Broggi. Sus cúpulas rojas y sus líneas generales se 
consideran dentro del neo-renacentismo. En el último piso se ven estatuas de 
Venus y Apolo.  
 
  
  
  
		
  
  
  
  
La Casa América 
  
La CASA AMÉRICA fue inaugurada el 26 de 
octubre de 1893, la empresa adquirió en el año 1920,el domicilio que, desde 
entonces, ocupa en la Avenida de Mayo. Instaló su casa central en la planta 
baja, subsuelo y primer piso, destinando los pisos superiores a edificio de 
renta.  
Ancestros austríacos e irlandeses se conjugaron para que el inmigrante italiano 
José Lightower Stalhberg fuese socio fundador del comercio de música de mayor 
tradición en el país. Todavía era un niño cuando partió de Domodossola -pueblo 
vecino a Milán-al sur americano donde luego nacieron sus hijos, nietos y 
bisnietos. El Licenciado José A. Repetto, actual presidente de la casa, continúa 
el desarrollo iniciado por su abuelo. Al nominarse, la firma expresó su 
espíritu.  
  
América ha sido, y es, el lugar de los 
inmigrantes que se integran a un mismo lenguaje universal. Así, erige su 
edificio como espacio geográfico de un continente musical que promueve el 
encuentro y la comunicación. 
En 1899, 
cuando la publicidad se limitaba a los medios gráficos, su promoción de 
fonógrafos y grafófonos, en la revista Caras y Caretas, nos proporcionan datos 
de la época. Sus afiches para la vía pública y sus tarjetas de aquellos tiempos 
se exponen, en la actualidad, hasta en la National Gallery de New York. 
En Buenos Aires estuvieron presentes en la muestra realizada por el Centro 
Cultural San Telmo, ya que el diseñador 
Mauzan 
fue uno de los autores que participó en la 
ilustración de sus publicidades. 
 
Pertenece al grupo inicial de las grandes tiendas de Buenos Aires que, 
establecidas en la Capital, asiduamente se contactan con el interior. Su 
actividad básica está dedicada a recepcionar y expandir ondas sonoras: 
partituras, libros, e instrumentos musicales, radio, cine, grabadores, 
video-películas, enseres electrónicos y rústico-artesanales se despliegan en 
este ámbito que excede la órbita mercantil.  
No en vano puede contar entre sus clientes 
al otrora presidente Alvear.  
Su quehacer cultural incluyó la presencia de Tito Schipa y Lilí Pons en 
conmovedores recitales brindados en su sede.  
  
  
  
 
Desde sus comienzos 
en
Avenida de Mayo 959, supo auspiciar a pianistas, conjuntos, orquestas y 
cantantes populares de la talla de 
Rosa Quiroga 
y 
Carlos Gardel. La Broadcasting LP6 
Radio América emitió audiciones que, en la oportunidad no fueron grabadas, pero 
sí abonadas. A principios de siglo, la radio era una curiosidad de la que sólo 
unos pocos podían adueñarse. Cuando en el país se transmitió la primer final del 
campeonato mundial de fútbol en el año 1931, para sequir el encuentro de Uruguay 
y Argentina, el público se congregó frente a las puertas de Casa América que lo 
difundía con altoparlantes. Igual escenario tuvieron los oyentes radiofónicos de 
la pelea de Firpo y Dempsey, por el título mundial de boxeo. Las circunstancias 
cambian, pero el ritmo que la empresa ha sostenido durante una centuria, 
constituye una irreductible expresión de su potencia comercial. Sobre ella, Casa 
América exhibe sus vidrieras con reales y posibles sonoridades armónicas que 
adecuó a los tiempos de su exitoso itinerario. 
 Su 
sucursal era en Avenida Cabildo 3834. 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
El cometa Halley 
  
El 18 de mayo de 1910 el 
cometa mantuvo el vilo a toda la ciudad. Aquel astro errante con cabellera y 
cola se convirtió en el mensajero del fin del mundo. Ningún otro cometa como el
Halley 
en 1910 ha causado tanta fascinación, tanto miedo y tanta leyenda. De aquello se 
cumplen ahora mas de 100 años. Fue 
uno de los mayores acontecimientos astronómicos del siglo XX, un hito que 
paralizó el planeta ante el temor al fin de los tiempos y que impulsó a millones 
de personas, presas del pánico, a asomarse al firmamento cada noche para 
contemplar hipnotizadas aquella larga figura celestial que desbordaba la noche 
estrellada. Algunos no superaron el trance y prefirieron quitarse la vida 
convencidos de que el paso de la Tierra por la cola del cometa, que contiene
cianógeno, 
envenenaría a la humanidad entera. Los mensajes de tranquilidad de los 
científicos no pudieron evitar los suicidios de una minoría y la congoja de la 
gran mayoría. 
Después del paso por la cola del Halley, la Tierra siguió su curso como si nada. 
Asimismo, en 1910 apenas había 
contaminación lumínica, 
por lo que la visión del firmamento era excelente incluso desde grandes 
ciudades, como París, Nueva York y Madrid. Con ello, y merced a su gran 
proximidad, el impacto visual del Halley en plena noche fue abrumador. 
  
  
  
  
  
  
  
El 
Prostíbulo de 25 de Mayo 
  
Desde la actual ochava del Banco de la Nación hasta llegar a Bartolomé Mitre por 
25 de Mayo, en la época colonial denominada Calle del Fuerte, existían varias 
casas de propiedad de la familia Ortiz Basualdo. En el centro de la manzana 
funcionaba una agencia marítima y la primera casa, de dos plantas, ubicada donde 
hoy está la entrada de vehículos de la entidad bancaria, era uno de los tantos 
prostíbulos que albergaba Buenos Aires. Las agencias marítimas y los hoteluchos 
linderos, hacían que la zona fuera frecuentada por marineros, principales 
usufructuarios de los servicios, pero las muchachas tenían buenos clientes en el 
Gran Hotel Argentino, donde José Hernández terminó de redactar su "Martín 
Fierro", ubicado donde hoy se halla el edificio de la SIDE y cuyas ventanas 
daban a la casa mencionada. Todas las mujeres "levantaban" clientes en el vecino
Teatro 
Colón 
 
y en muchos casos trabajaban en combinación con punguistas, que robaban 
relojes y billeteras mientras ellas entretenían a los candidatos. Según 
referencias de la policía, los "pungas" que actuaban en Buenos Aires en la 
década de 1870 eran en su mayoría de origen uruguayo.  
El prostíbulo de 25 de Mayo y Rivadavia, a metros de la Casa de Gobierno, motivó 
en varias oportunidades la intervención policial por sus escándalos. Los diarios 
de entonces, especialmente "La Tribuna", consiguieron su clausura temporaria en 
varias oportunidades denunciando (¡botones!) que las muchachas se asomaban a las 
ventanas en paños menores o semidesnudas y hacían señas a los paseantes. Este 
publicitado prostíbulo era, sin embargo, de inferior categoría al que funcionaba 
en 
Bartolomé Mitre 363 al 67, 
que era el más frecuentado de la zona bancaria y albergaba mayor cantidad de 
pupilas.  
  
  
  
  
      La calle del Pecado 
          
           
          
En el año
1871  
  
En el siglo pasado, se encontraba la desembocadura de la 
antigua  
Calle del Pecado, 
desaparecida producto del ensanche otorgado a la avenida 9 de Julio.   
  
 Empezó así a convertirse la zona en lugar para 
"malevos y cuchilleros
", 
donde había 
prostíbulos 
uno al lado del otro, 
personajes tan típicos de nuestro tango y de muchas referencias en la literatura 
borgiana. 
  
  
          
Existe hoy una calle sin nombre, y 
quizás por eso se la use como playa de estacionamiento. "Nace en 
Lima 350 y termina sobre la Avenida 
9 de julio, entre Moreno y Belgrano, frente al Ministerio de Salud", cuenta 
Alberto Piñeiro, historiador, director del Museo Histórico Cornelio Saavedra y 
el autor  "las calles de Buenos Aires. Sus nombres desde la fundación hasta 
nuestros días", publicado en 2003 por el Instituto Histórico de la Ciudad. 
          
 
          Esta corta calle, en el pasado tuvo tres nombres. 
En 1812 ya se la conocía como la calle "Del Pecado". Según un artículo del 
diario La Razón del 8 de enero de 1920, esa denominación se refería al trágico 
romance entre una joven que vivía en Bernardo de Irigoyen y un torero andaluz. 
Cuando ella se negó a acompañarlo a España, él la mató, antes de ahorcarse en 
una verja de la casa. Luego 
la ordenanza del 27 de noviembre de 1893 rebautizó ala calle  
" aroma", 
por un combate librado en Bolivia en noviembre de 1810, por las fuerzas 
patriotas al mando de Esteban Arce y Bartolomé Guzmán. También se la conoció 
con el nombre de, "Fidelidad». 
  
  
  
Esta calle 
fue uno de los centros donde la epidemia de fiebre amarilla mas golpeó a los 
ciudadanos de Buenos Aires. La historia recuerda que los muertos llegaron a 
contarse en 300 por día, dejando a la ciudad con 14.000 habitantes menos cuando 
las autoridades sanitarias lograron controlar la peste, cuatro meses después de 
su llegada. 
  
  
  
   
Calle del Pecado en la que se alojaban prostíbulos. Desapareció cuando se 
había construido el edificio de el ministerio de obras publicas y 
producto del ensanche otorgado a la avenida 9 de Julio. Allí, y a medida que las 
casas de antiguas familias patricias eran abandonadas por sus moradores, 
comenzaron instalarse las tradicionales "pulperías", especie de bares donde los 
gauchos, los negros y el paisanaje de las clases mas humildes iban a 
entretenerse y tomar bebidas alcohólicas. 
  
  
  
  
    
  
  
          
  
          
Hacia 
1870 la importación de mujeres europeas con destino a los burdeles de Buenos 
Aires se intensificó.
El traslado de prostitutas o mujeres de vida airada hasta estas costas no era, 
por lo tanto, motivo de grandes preocupaciones para las autoridades de sus 
países de origen.
Y recordemos que cuando se trataba, efectivamente, de jóvenes engañadas, éstas 
eran mayoritariamente campesinas de religión judía, motivo por el cual aquellos 
gobernantes ‑generalmente infectados de antisemitismo, racismo y discriminación‑ 
no prestaban mayor atención a 
dichos acontecimientos.
Llegadas aquí, los rufianes, las leyes, la autoridad y la sociedad toda, las 
sometían a un aislamiento mucho mayor que el de los cuartos en que trabajaban y
moraban. 
 Tal 
vez el imaginario colectivo y las artes en general dieron a estas mujeres el 
papel de heroínas.
Los hechos demuestran que el camino hacia su liberación recién llegaría de la 
mano de otras mujeres también explotadas y humilladas, trabajadoras en fábricas, 
hilanderías, frigoríficos, cigarrerías y tantos otros empleos, que con el 
comienzo del nuevo siglo saldrían a luchar por sus derechos.
 
  
          
   
Algunas mujeres que se traían para ejercer la prostitución 
eran extranjeras. Se las recogía en el puerto y desde alli se las conducía al 
prostíbulo. Alli las hacia firmar un contrato donde se comprometían a entregar 
un porcentaje de sus ganancias. 
           
  
          
  
Para 1876 había aproximadamente 35 prostíbulos autorizados, en 
los que trabajaban 200 mujeres. La mayoría se ubicaba en el barrio de San 
Nicolás. Muchos de ellos se caracterizaron 
por el lujo y la pomposidad de sus instalaciones, las cuales incluían un amplio 
bar, salones de reunión, salas de juego y espacio para que distintos músicos 
ejecutaran variados números junto a una orquesta en vivo, la cual animaba los 
bailes.
Uno de los prostíbulos más famosos fue una casa que estaba ubicada sobre la 
Avenida Corrientes 509 (actual 1283).  
          
   
Hacia el año 1890 se inicio el comercio de esclavas blancas a gran escala. 
Buenos Aires era la ciudad reconocida mundialmente como el paraíso de tratantes 
de blancas. Trataban de traerlas vírgenes si la intención era venderlas ya que 
de esa manera podían obtener mejores precios. la venta se hacia en subastas o en 
forma privada. En 19360 era tan intenso el comercio de blancas que era imposible 
no sospechar de la complicidad de las autoridades. 
           
  
          
  
Las habitaciones ocupadas por mujeres de vida fácil en las cercanías de los 
cuarteles se les daba el nombre de *cuartos de las chinas*. También esas mujeres 
eran conocidas como *cuarteleras*. 
           
  
          
   
Jorge Morris fue el fabricante en 1921 en gran escala de carruajes a la europea, 
se estableció en la calle 25 de Mayo y Perón detrás de La Merced. 
           
  
  
										
										
                              
  
Las casas de la calle 25 de mayo numero 8 y 22 eran habitadas permanentemente 
por prostitutas que a toda hora del día se exhibían en los balcones con 
vestimenta provocativa. 
                              
Desde el Banco Nación hasta Bartolomé Mitre por 25 de mayo, el la época colonial 
se denominaba calle del fuerte existían varias casas propiedad de la familia 
Ortiz Basualdo. 
El prostíbulo de 25 de Mayo y Rivadavia, 
a metros de la Casa de Gobierno, motivó en varias oportunidades la intervención 
policial por sus escándalos. Los diarios de entonces, especialmente "La 
Tribuna", consiguieron su clausura temporaria en varias oportunidades.
										 
Las 
muchachas tenían buenos clientes en el 
Gran Hotel Argentino, donde José Hernández terminó de redactar su "Martín 
Fierro", ubicado donde hoy se halla el edificio de la SIDE y cuyas ventanas 
daban a la casa mencionada. Todas las mujeres "levantaban" clientes en el vecino
Teatro 
Colón. 
  
  
  
  
  
  
  
  
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